La experiencia nos enseña que
cuando una serie histórica se presenta como “la más cara de” o “la más
ambiciosa desde”, cuando la promoción de esa serie insiste más en los millones
gastados en decorados que en la calidad del guion, y cuando las polémicas que
no tienen nada que ver con la serie levantan más polvo que la propia serie, nos
encontramos ante una serie lujosa, espectacular, polémica y vacía. Y eso es
“Versalles” (Canal+ Series Xtra). Un lujo visual. Puro espectáculo con excusa
histórica. Aburridas polémicas alrededor de la elección del protagonista. Y
mucho vacío.
Luis XIV, rey de Francia, se larga a Versalles (que todavía no es
el desmesurado palacio que llegará a ser) huyendo de las conspiraciones de la
corte parisina. Allí, en Versalles, el rey vive rodeado de una multitud de
nobles, cortesanos, sirvientes, amantes y un jardinero que es un soplo de aire
fresco entre tanta majadería. Los trajes de los personajes están muy bien, y
las intrigas políticas al estilo de “House of Cards”, y hasta tiene gracia
saber que un actor británico interpreta al rey francés en una serie rodada
originalmente en inglés. Y poco más. El vacío de “Versalles”, más allá del poco
relevante esfuerzo en reproducir algunas costumbres del siglo XVIII (la reina
debía dar a luz en público, por ejemplo), convierte a la serie en una especie
de “Gran Hermano” en Versalles con sus “nominados”, expulsados, aventuras
sexuales, confidencias a medianoche, secretitos, alianzas, amores y odios. De
acuerdo, en el segundo capítulo ya escuchamos a Luis XIV decir “Yo soy el
Estado”, que es la frasecita que define al Rey Sol tanto como el “Bond, James
Bond” define al agente 007. El
irrespirable ambiente de Versalles y el alejamiento del rey y de sus nobles del
mundo real, sin embargo, no debería sorprendernos tanto porque no hay grandes
diferencias cualitativas entre el Versalles de Luis XIV, el palacio del Elíseo
de Hollande, la Casa Blanca de Obama o incluso la Moncloa de Rajoy. Que no nos confundan las
bufandas de Hollande, el indulto de Obama a un pavo o las partidas de dominó de
Rajoy. Hoy seguimos en Versalles porque la gran política es la casa de “Gran
Hermano” sin cámaras y sin Mercedes Milá
alimentando el espectáculo.
Buenas tardes,
ResponderEliminarconfirmo lo de serie "francesa" rodada en inglés (ya para mear y no echar gota), algo que es más sangrante cuando en canal + Francia esta serie está encuadrada en un ciclo ideado para dar proyección a las producciones propias llamado (aquí viene lo bueno) "Creación Original ". Con dos huevos...
Si hijo si,también leemos a Antonio Rico desde lejos...