26/11/15

APOLOGÍA DE LA CIENCIA EN TELEVISIÓN (I)

Ayer, veinticinco de noviembre de dos mil quince, se cumplieron cien años de la primera exposición en público de la Teoría de la Relatividad General, realizada en 1915 por Albert Einstein en la Academia Prusiana de las Ciencias. Es el momento perfecto, por tanto, para realizar una pequeña apología de la divulgación de las ciencias. Estas alabanzas al conocimiento científico acostumbran a destacar los extraordinarios avances tecnológicos que las ciencias naturales han traído a la civilización humana. Sin embargo, quisiera centrar mi apología de hoy en subrayar las enormes ventajas sociales que conlleva la educación científica de la ciudadanía. No solamente las ciencias son buenas por haber dado lugar a las bombillas, los aviones y los antibióticos, también lo son por haber extendido entre los seres humanos la idea de que la naturaleza funciona de forma ordenada y autosustentada, contra visiones animistas y caprichosas de los mismos fenómenos. Los avances científicos son sólo una de las ventajas que trae consigo el desarrollo científico de una sociedad, y quizá no la principal.

Lamentablemente, la ciencia no es la panacea contra la religión, pero sí es uno de los principales amortiguadores de sus males. No cabe duda de la existencia de científicos creyentes, pero tampoco es discutible que entre los científicos el porcentaje de creyentes es mucho más bajo que en cualquier otra área de especialización humana. En este momento de la historia, en donde la existencia de ridículos sistemas de creencias absolutistas y totalizadoras desempeña un papel importante en las amenazas que existen contra la paz en el mundo, resulta especialmente conveniente que todos los canales de educación combatan las supercherías con racionalidad, y las ciencias naturales son la mayor empresa colectiva intelectual que ha abordado la racionalidad humana. ¿Cómo realizar óptimamente esta educación en la ciencia? Pues -¡bendita consonancia!- con un instrumento creado por la ciencia: ¡la televisión!

(Continuará)

1 comentario:

Víctor M. Luis (Vikowski) dijo...

Impaciente por leer la continuación de este texto interesante e intrigante.