Tranquilos. Carrie Mathison vuelve a estar con nosotros. Lo hemos pasado muy mal durante estos largos meses sin episodios nuevos de “Homeland”, temiendo que en cualquier momento estallara una crisis internacional que pusiera el mundo patas arriba, el mayor atentado yihadista de la historia del planeta, una trama de recontraespionaje que arrojara a Occidente a los pies de los talibanes. ¿Qué iba a ser de nosotros si no contábamos con Carrie Mathison? ¿Quién nos iba a librar de las amenazas del terrorismo internacional si no era la agente de la CIA más brutal, honrada y eficaz de la historia de la Inteligencia con mayúscula? Ha sido una etapa muy difícil, pero ya podemos decir que -desde hace dos semanas en EE.UU. y desde hoy en FOX España- volvemos a ver la luz al final del túnel: la quinta temporada de “Homeland” ya está con nosotros y Carrie Mathison viene montadita en ella. Todos nos miramos sonriendo aliviados de nuevo.
Porque no es lo mismo un escenario internacional en el que Carrie está en stand by que un teatro de operaciones en donde nuestra bipolar favorita -with a little help de Saul Berenson y Peter Quinn, por supuesto- acecha contra todo el que se atreva a abrir una brecha en la seguridad nacional. Y eso que ahora ya no está en la CIA, sino en una fundación privada en Berlín. Y eso que ahora le van a caer atentados y conspiraciones de tres o cuatro subgrupos yihadistas y de otros tantos corruptos de la Inteligencia norteamericana. Da igual; si Carrie ha sido capaz de vencer a sus enemigos interiores no puede haber enemigo exterior que le haga el menor daño; y si nadie puede hacer daño a Carrie Mathison, nadie podrá hacernos daño a nosotros. El personaje más sólido aunque sea el más quebradizo, el más dividido aunque sea el más íntegro, que han dado las series de espías, aquél que todos aclamaríamos unánimemente como la máxima responsable de nuestra seguridad, vuelve a estar doce semanas entre nosotros. Ella ha jurado lealtad al gobierno de los EE.UU. y nosotros hemos jurado lealtad a “Homeland”. Tranquilos.
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