Yo no quiero participar como
extra en “Juego de tronos”, ni me gustaría ser un orco de “El señor de los
anillos”, ni deseo figurar como congresista encorbatado y sin diálogo en un
capítulo de “House of Cards”. Lo que quiero, lo que me gustaría, lo que deseo
con todas mis fuerzas es ser uno más en esa alucinante horda de zombis que
inundó el primer capítulo de la sexta temporada de “The Walking Dead” (Fox). Ni
tirar comida a Cersei Lannister en
su humillante paseo de la vergüenza, ni participar en la batalla del Abismo de
Helm, ni sentarme en el Congreso de los Estados Unidos. Quiero formar parte de
una horda de zombis que intenta ser pastoreada por Rick Grimes.
El
gran experto en el mundo clásico Robin
Lane Fox no sólo asesoró a Oliver
Stone en la película “Alejandro Magno”, sino que participó como extra en
una batalla, y esa experiencia le ayudó a entender que en medio de una nube de
polvo los hombres que marchan tras su jefe no pueden verle a diez metros, ni
advertir si ordena una variación derecha o izquierda. Me gustaría ser uno de
los zombis de “Juego de tronos” para comprobar si el sofista Antifonte tenía razón cuando decía que
un hombre tiende a parecerse en sus maneras a aquel con quien se junta la mayor
parte del día. Charlton Heston
contaba que en los descansos del rodaje de “El planeta de los simios”, y sin que nadie hubiera dado indicaciones en
ese sentido, los gorilas, los orangutanes y los chimpancés comían en mesas
diferentes. ¿En los descansos de “The Walking Dead” los zombis y los humanos
comen en mesas diferentes? ¿Una horda de zombis es muy diferente del ejército
de Alejandro? ¿Un zombi que marcha
hacia no se sabe dónde se parece en algo a un soldado macedonio que camina
hacia los confines del mundo? Y lo más importante, ¿un hombre disfrazado de
zombi que se pasa el día en compañía de otros hombres disfrazados de zombis
tiende a parecerse en sus maneras a un zombi cuando llega a casa después del
rodaje? ¿Abrirá la puerta con gesto desmayado? ¿Intentará comerse a los
vecinos? ¿Preferirá el pollo sin cocinar al pollo al ajillo? ¿Quedará con otros
zombis para ver el partido de fútbol en el bar? Un momento… me acabo de dar
cuenta de que en realidad no quiero ser zombi en “The Walking Dead”, sino
congresista en “House of Cards”. Ya te contaré, Antifonte.
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