Eso sí que no. No puede ser que
Telecinco estrene “Cámbiame premium” justo el uno de septiembre. Ese día los
ciudadanos occidentales de bien andamos ocupados autoobservándonos con
detenimiento en búsqueda de esos síntomas que permitirán a un médico diagnosticarnos
un hermoso síndrome postvacacional con el que poder presumir ante nuestras
amistades porque nuestras vacaciones fueron mejores que las suyas. Pero con el
estreno de un programa tan perverso, manipulador y tramposo como “Cámbiame
premium” no hay manera de recopilar síntomas como Dios manda.
En efecto, basta con haber pasado
unos minutos por el nuevo programa de Jorge
Javier Vázquez para quedarse sin síndrome postvacacional. Es suficiente
haberle echado un vistazo anteayer por la noche a “Cámbiame premium” en un zapping (no quiero ni pensar en quien lo
haya tragado entero) para sufrir irritabilidad, ansiedad, sueño, hastío, falta
de concentración y una sensación de vacío equiparable a la depresión, ¡justo
los síntomas de nuestro adorado síndrome! ¿Cómo conseguir ahora que le haga
caso un médico y ponga por escrito que puede seguir unos días más sin ir a
trabajar porque está malito? El médico sabe que la irritabilidad y el hastío pueden
deberse a haber visto cómo manipularon a una señora para llevarla al plató
aunque ella había dicho mil veces que no quería salir en la tele, que ver a Fortu disfrazado de Manolo Escobar produce ansiedad y
hastío, que comprobar cómo un alcalde pone un pueblo al servicio de la
telebasura ocasiona sueño y una sensación de vacío equiparable a la depresión.
Que aprenda Telecinco de La 1,
que dedicó la noche del martes uno de septiembre a darnos ánimos despidiendo
esa pesadilla de “Cocineros al volante” y reserva el estreno del nuevo programa
pesadilla de Bertín Osborne para
dentro de una semana, cuando haya pasado todo y nos hayamos hecho a la idea de
que esto no tiene arreglo.
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