Lo ocurrido el día de las elecciones fue realmente trascendental, fantabuloso, colosal. Marca un cambio tan profundo en la realidad española que establece un antes y un después del que deberíamos ser conscientes por su profundo calado histórico. Bueno, y social, económico y político, claro. Si el sábado 23 de mayo fue la jornada de reflexión, el domingo 24 de mayo de 2015 debe ser recordado como la jornada de inflexión que cambió España. Reflexión, inflexión: ¡qué arte! Dicen por ahí que Mariano Rajoy parece no haberse enterado de lo ocurrido. Eso no es nada, los hay que están peor.
Y, sin embargo, el recuento de los datos realizado al
terminar la jornada es clarísimo: los audímetros han hablado y dicen que los
españoles hemos preferido informarnos sobre las elecciones municipales y
autonómicas en laSexta. En laSexta, y no en TVE, la cadena a la que
históricamente acudíamos los ciudadanos cuando se trataba de seguir un
acontecimiento de esta naturaleza, ya fuera una noche electoral, una boda real
o unas campanadas de fin de año. En laSexta, y no en una de las grandes cadenas
privadas que disponen de unos servicios informativos con una larga y
consolidada trayectoria como Antena 3 y Telecinco (¡que, hace falta valor, emitió
“Supervivientes” y dejó esa tontería de las elecciones en manos de Cuatro!).
Los resultados de la noche electoral del domingo suponen una
auténtica conmoción: La 1, que tuvo solo la mitad de seguimiento del que había
obtenido en las Elecciones generales del 2011, fue doblada por laSexta, que
multiplicó sus resultados de 2011 ¡en seis veces! Pues bien, José Antonio Sánchez, presidente de
RTVE, se declaró en el Congreso orgulloso y satisfecho con el trabajo de TVE e
incluso criticó a laSexta: “TVE nunca lo
hubiera hecho así, estamos más en el mundo de las generalistas normales”.
¡“Normales”, dice! Menudo cuajo tiene este señor. ¿Ven cómo los hay que están
peor que Rajoy?
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