Propongo que el Festival de Eurovisión tenga también jornada de reflexión. Hoy. Desde las 00:00 hasta las 23:59 horas del primer viernes previo al primer sábado en el que se celebra el certamen cancionero, la Junta Electoral Central Eurovisiva prohibe expresamente cualquier tipo de propaganda sobre las canciones que competirán mañana en Viena. No puede aparecer Edurne en ningún programa de televisión, ni puede hablarse del tigre del videoclip en ningún programa de radio, ni puede sonar la horroros... digo, maravillosa canción “Amanecer” en prensa, ni por wasap, ni en carteles que se peguen por las ciudades. Terminantemente prohibido.
Los españoles afrontamos mañana una importante decisión que debemos adoptar con madurez y serenidad. Mucho se ha repetido que 2015 será un año repleto de comicios electorales en nuestro país, pero en tales recuentos acostumbra a olvidarse el Festival de Eurovisión. Durante estas últimas semanas hemos tenido ya ocasión de conocer a los candidatos de cada Estado europeo y sus canciones. Ahora es necesario no precipitarse ni dejarse llevar por razones del momento a la hora de emitir el voto telefónico, por lo que un paréntesis de veinticuatro horas de descanso absoluto de la tortur... digo, de la campaña eurovisiva parece adecuado para garantizar mañana sábado el ejercicio del voto de una forma meditada y ponderada.
Es más, de hecho, son tantas las opciones que se presentan y tantos los matices musicales sutiles en cada tema, que quizá conviniera ampliar el periodo de reflexión a dos días, quizá a cuatro, ¿por qué no una o dos semanas? Durante el mes previo a Eurovisión se penará con cuantiosas multas cualquier contenido relacionado con Eurovisión que aparezca en cualquier medio de comunicación, incluyendo muy especialmente las espantos... digo, interesantísimas retransmisiones de las semifinales que La 2 ha hecho a lo largo de esta semana. ¿A qué número de teléfono hay que llamar para votar que sí a esto?
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