“MasterChef” no funciona en ojo. Es una receta audiovisual que sí, se puede ver si se la consume sin demasiada atención; pero si la analizas y evalúas detalladamente falla en ojo. Aunque a lo mejor lo que falla no es la receta. A lo mejor sobre el papel la receta es buena, pero es TVE quien no la cocina bien, no equilibra los ingredientes, no termina de darle el punto. Y por eso no dice bien en ojo. ¿Qué?, ¿que les parece raro eso de “en ojo”? Sí, al principio también me parecía raro a mí, pero habrá que ir acostumbrándose.
Tal vez a “MasterChef” le esté
pasando lo mismo que a los platos que cocinan en “MasterChef”. O sea, que
“MasterChef” falla en ojo igual que hay platos de “MasterChef” que fallan en
boca. Kevin prepara una mousse de
mar y montaña con reducción de vino de oporto con muy buena pinta, pero si
luego va Jordi Cruz y dice que falla
en boca, no hay nada que hacer. Lidia
elabora un pastel de calabacín y conejo con salsa de setas y almendras muy
aparente, pero si Pepe Rodríguez
asegura que no dice bien en boca, fuera con él. Sally cocina un secreto de cerdo con salsa de manzanas y patatas
con majado de ajetes espectacular, pero si Samantha
Vallejo Nájera señala que no da bien en boca, Sally está perdida. ¿Ya ven
cómo va la cosa?
Pues si la crítica gastronómica
triunfa en horario de máxima audiencia gracias a expresiones tan ridículas e
irritantes como “en boca”, aquí esperamos saltar al estrellato hablando con la
misma mezcla de incorrección y pedantería con un pellizco de impostura
salpimentada de extravagancia que nos llevará a la fama y el éxito social. Si
vemos que la cosa va bien y se nos empieza a tratar como si fuéramos sumos
sacerdotes investidos de un poder especial por encima de los demás mortales
gracias a que hablamos raro, prepararemos una crítica televisiva en la que
analizaremos cómo va “La voz” en oído. Que se preparen.
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