“Allí abajo” triunfa en su estreno. Prueba superada. La nueva serie de Antena 3 para la noche de los martes ha logrado unos datos de audiencia estratosféricos. Y en una noche muy difícil: volvía “MasterChef”, uno de los últimos programas de La 1 que todavía mantiene los ecos del poder que un día tuvo la tele pública. Aunque no en una noche imposible: Telecinco sigue empeñada en emitir un fallido episodio piloto tras otro de “Aquí paz y después gloria”, la adaptación quiero y no puedo de Antonio Resines de aquella “Vaya par de gemelas” que ya parecía viejuna cuando la protagonizó Lina Morgan en los primeros ochenta del pasado siglo para TVE (porque entonces más allá de TVE no había nada).
¿Se acuerdan de aquel dicho que afirma que una excusa no pedida
es una acusación manifiesta? Pues olvídenlo. Mejor dicho, amplíenlo: ya no solo
sirve para pillar a aquellos que se excusan sin necesidad, ahora también sirve
para promocionar productos nuevos en un mercado saturado. A “Allí abajo” le
funcionó: mucho antes de su estreno ya estaban excusándose por el enorme
parecido que hay entre el planteamiento de “Ocho apellidos vascos” (chico
andaluz con chica vasca en el País Vasco) y el de la serie (chico vasco con
chica andaluza en Andalucía). Que si la idea de la serie es anterior a la
película, que si son muy diferentes, que si no son iguales, que si no es lo
mismo un chico con una chica que una chica con un chico, que si habría más
parecido con no sé qué peli francesa… Y lo consiguieron. Todos creímos ser muy
listos al descubrir que semejante excusa no pedida era una acusación manifiesta
de plagio, de copia, de inspiración, de como quieran llamarlo, pero una cosa
quedaba clara: viendo el éxito de “Ocho apellidos vascos”, había que darle una
oportunidad a “Allí abajo”. Así que se la dimos.
Y ahí lo tienen: “Allí abajo” triunfa en su estreno. Prueba
superada.
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