Antena 3 se lo merece. Hoy estrena un nuevo programa con el se juega su futuro, y no podemos hacer otra cosa que desearle buena suerte. Hace tiempo que aquí tenemos simpatía por esta cadena que se ha empeñado en defender un modelo de programación alejado del que ofrece Telecinco, un modelo de programación construido con espacios que no dan vergüenza ajena, que no se alimenta de las mentiras que genera su propia ganadería, que no reduce la vida a un reality show contado por unos necios, llena de ruido y furia, que nada significa. Así que, con el corazón en la mano, deseamos que Antena 3 tenga éxito y “Casados a primera vista” sea un fracaso absoluto.
Va lo uno con lo otro. “Casados a primera vista” es un paso
atrás, una claudicación, el inicio en la caída por una pendiente que lleva al
abismo. Coger a varias personas y utilizarlas para ver qué les pasa si se casan
sin conocerse y sin siquiera haberse visto antes es una mierda de idea que solo
debería aplicarse a los padres de la ocurrencia. Siendo generosos, también
podría aplicarse a los mercenarios contratados por Antena 3 para realizar en
España este programa, franquicia dañina que ya hace tiempo se arrastra por esos
mundos del Dios de las Televisiones. Seguro que el señor psiquiatra y las
señoras sexóloga y psicóloga que han aceptado divertir a los españoles
emparejando desconocidos, lo hacen con la misma profesionalidad con que trabaja
un ganadero en su establo cuando busca la mejora de su cuadra: por eso
defienden, todo por la pasta, el formato. Pero podían echarle un poco de valor
y promocionarlo aplicándose a ellos mismos (o a los suyos, que tan cómodamente
verán el espectáculo desde casita) esta divertida pirueta.
Por todo, deseamos suerte a Antena 3 y que este docu-reality, dating, o “mierda embolsada” (por decirlo en español y como
homenaje a aquel novio que tuvo Phoebe
en “Friends”) sea un fracaso inolvidable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario