Un estudiante español de Bachillerato sólo podría entender un libro de texto de matemáticas (o de inglés) de un estudiante coreano, pero el lenguaje de las matemáticas (y el inglés) no es lo único que une a los jóvenes españoles y coreanos. Ni los españoles ni los coreanos entienden de qué va el fútbol americano, pero les gusta. Ni coreanos ni españoles comprenden el idioma que utiliza un deporte que se parece al rugby tanto como el arte rococó se parece a la escultura clásica griega, pero les hace gracia decir “touchdown” o “quarterback”. Ni españoles ni coreanos saben qué está pasando en uno de esos interminables parones que salpican un partido de fútbol americano, pero eso no hace que pierdan la fe en el espectáculo. El comprensible lenguaje de las matemáticas y el incomprensible lenguaje del fútbol americano une a coreanos y españoles, por eso españoles y coreanos sabrían hacer juntos una multiplicación y por eso podrían divertirse juntos viendo la Super Bowl.
Como es imposible entender nada del partido entre New England Patriots y
Seattle Seahawks (Canal+), creo que la Super Bowl no es más que una larguísima
e intimidante coreografía que la cultura estadounidense lanza a la cara del
mundo. Dicho de otra forma, la Super Bowl es como una “haka”, esa danza de
guerra maorí que los “All Blacks”, los jugadores de la selección de rugby de
Nueva Zelanda, realizan ante las narices de sus rivales para que sepan lo que
les espera. Las mareantes cifras que rodean a una Super Bowl (audiencia,
publicidad, dinero), la imponente figura acorazada de los jugadores, el
increíble ambiente en el que se vive el partido, la mística de lo inefable en la
que se mueve cada jugada, el derroche de imaginación que se ofrece en el
descanso (esta vez con Katy Perry y Lenny Kravitz), la fabulosa importancia que
cobran los detalles, la asombrosa mezcla de tecnología y primitivismo que se
dibuja en cada plano… Acojona. La “haka” global de la Super Bowl une al mundo
tanto como la tabla de multiplicar, pero también deja petrificados en los sofás
a quienes creíamos que una final de la Liga de Campeones era lo más de lo más.
¿Alguien se atreve a desafiar la “haka” de la Super Bowl como la selección
francesa desafió a la “haka” neozelandesa en la final de la Copa Mundial de
Rugby de 2011?
EL fútbol americano es un deporte que me resulta muy entretenido de ver.
ResponderEliminarY nunca he entendido muy bien por qué a la gente le parece complicado. A mí, educado en 'tierra de fútbol', siempre me ha parecido tremendamente sencillo de entender.
Paradojas de la vida.
Como cada año por estas fechas toca hacer la crítica de la superbowl. Y como cada año se repiten las mismas expresiones: "los españoles no lo entienden", "indescifrable", "larguísimos parones". Y yo siempre me pregunto. ¿Habéis al menos intentado entender el deporte para poder disfrutar de aquello que parece que os vanagloriáis de desconocer?
ResponderEliminarCreo que el mayor espectáculo deportivo del año merece disfrutarse en su totalidad. Y sólo espero que algún año me sorprendáis con una crítica en la que hayáis disfrutado de las 3 horas largas de espectáculo.
¿O acaso os vais a conformar con el show del descanso?