1/2/15

CERDOS EN "GH VIP"


Los espectadores de “Gran hermano VIP” son unos cerdos. Iba a decir que son unos desconsiderados, unos insensibles o unos despiadados, pero las cosas como son. Así que sin melindres: los espectadores de “GH VIP” son unos cerdos. Al menos los que están en el plató viendo el espectáculo.

Telecinco lleva media semana viviendo de ese fantástico momento en el que los amos del zoo de “GH VIP” premian a Belén Esteban echándole dentro de su jaula unas imágenes de Andreíta de sus entrañas. ¡Qué estupenda reacción! ¡Qué momento televisivo! Belén les regaló tan buena sobreactuación que ni el dueño del zoo podía haberse imaginado tanta profesionalidad en una fiera por muy domesticada que esté.

Aquello era más que el encuentro entre Belén y Andreíta pixelada. Era más que el encuentro entre una madre y su hija. Era más incluso que la sublime Piedad de Miguel Ángel. Era la esencia de la maternidad misma que había abandonado el frío mármol para convertirse en una máscara deforme y sobreoperada. A Belén se le caía la baba viendo y oyendo a su hija. Qué guapa salía la niña aunque se hubiera alterado digitalmente su cara por un quítame allá ese defensor del menor. Qué bien hablaba y decía lo que le mandaban decir. Cómo atizaba el fuego de la hoguera de las barbaridades. Qué madurez la suya al preocuparse por que su madre no abandonara la jaula y se quedara a ganar el premio. Qué hermoso sonido el de caja registradora. Qué gran carrera le esperaba cuando cumpliera los dieciocho y pudiera tener su propio cubil dorado en el zoo. Qué emoción comprobar que el relevo generacional está garantizado, que los niños son el futuro, que a menudo los hijos se nos parecen. Cómo no iba Belén a montar la que montó viendo que Andreíta tiene garantizada una prometedora carrera de gritos, cirugía estética y degradación humana vivida en directo.

¿Y qué hacían los espectadores del plató mientras Belén elogiaba llorando a su hija? ¡Reírse! No, no son unos desconsiderados, unos insensibles o unos despiadados: esos tipos son unos cerdos.

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