Estoy a favor de la autodeterminación de la televisión catalana, pero en contra de su independencia. En realidad, estoy a favor de la autodeterminación de todas las tele autonómicas, pero en contra de su independencia. Es lógico que las comunidades autónomas gestionen (siguiendo el mandato de sus votantes) las televisiones que han decidido ofrecer como servicio público a sus ciudadanos (y que su dinerito les cuesta). Pero no veo razones para que se independicen, sus señales queden limitadas por las fronteras regionales y la cobertura no se extienda a todo el territorio nacional.
En realidad, no veo más que ventajas a la difusión estatal y
gratuita de las señales de todas las cadenas autonómicas. Cada comunidad
difundiría en el resto del país su patrimonio natural y cultural, sus productos
y su oferta turística. Y lo haría de forma más eficaz y económica que ninguna
campaña publicitaria. Las demás comunidades verían automáticamente incrementada
y mejorada la oferta televisiva, se mejoraría el conocimiento de los vecinos (y
con ello las relaciones de vecindad), y en general se desarrollaría un mayor
sentido crítico hacia la propia oferta televisiva puesto que se conocerían y se
podrían comparar diferentes modelos de gestión de la televisión pública.
Como todo esto suena muy bonito, pero no parece que vaya a
ocurrir mañana, al menos podíamos comenzar por difundir en todo el territorio
nacional aquellos programas autonómicos de gran interés y especial repercusión
social, como el emitido la semana pasada por Canal 33 (el segundo canal de la
tele autonómica catalana). “Ciutat morta” revisó y cuestionó una polémica intervención
policial y una controvertida actuación judicial ocurridas hace unos años en
Barcelona. Ardió Twitter. Las televisiones, radios y periódicos nacionales se
hicieron eco del programa durante varios días. ¿Qué problema hay en que el
programa se emita y pueda verse en toda España? ¿De verdad vamos a tener que
encargarle un programa a Jordi Évole
para que sea una cadena privada la que nos cuente qué pasa en nuestra propia
casa?
6 comentarios:
Aunque las televisiones autonómicas se pudieran ver en toda España, no creo que se llegara a ver en un documental que pone en jaque a la policía y justicia de una comunidad autónoma o del propio estado. En el gobierno español no hay sitio para la mínima auto-crítica y menos desde una televisión pública. En Catalunya podemos tener un gobierno que nos guste más o menos, pero ni las presiones que hubieron desde el ayuntamiento de Barcelona y desde el cuerpo de policía pudo impedir que una televisión pública hiciera su faena, informar al pueblo. Ni tan solo programas de humor como por ejemplo "Polonia" serían emitidos para el resto de España.
Creo que en este sentido vamos hacia atrás, ¿si prohibieron que la Televisió de Catalunya pudiera verse en la comunidad valenciana com van a permitir que se vea en todo el estado?
Luis: EL gobierno catalán emitió (con presiones) el documental en el segundo canal (no en el primero, a sabiendas de que ya tenía el impacto social necesario para ir en la parrilla de TV3) y con 5 minutos censurados. Catalunya (igual que Espanya) no está para dar lecciones de moral a nadie. Polonia no se emite en el resto de Espanya porque es un conyazo, no porque sea transgresor. Las Noticias del Guinyol desaparecieron hace 10 anyos y eran mucho más transgresoras que Polonia.
Los 5 minutos no se emitieron por orden de un juez, no por censura de tv3. Rigor, por favor
Anónimo: Yo no he dicho que Catalunya deba dar lecciones a España, de hecho no creo que haya muchos gobiernos que estén para dar lecciones, solo he dicho que esto en la TVE española no hubiera salido ni en pintura. Y los Guiñoles eran en una televisión privada, no pública.
Que hablando de guiñoles, mira la que se lió con los guiñoles franceses por meterse con un deportista, un poco más e interviene el rey.
Ni que fuera en el 33, pero se emitió...algo que en el resto de Españistan seria impensable. Y que el Polonia es un coñazo lo dirá un erudito como tú, pero no su liderazgo de audiencia incontestable en los últimos 10 años. Tienen dias mejores que otros pero han tenido bastante más éxito y nivel de autocrítica que los Guiñoles.
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