Pero, bueno, ¿será posible? Pues hasta ahí podríamos llegar... Estamos en España y somos españoles de pura cepa, españoles de toda la vida. Claro, se empieza permitiendo que nuestra patria se llene de extranjeros como si fuera de ellos, y al final pretenden arrebatarnos nuestros tesoros más preciados. Pues de eso, nada. Sólo faltaba. Los premios de los concursos de la televisión española, para los españoles. Los españoles, primero. Hombre, por dios... Vienen de fuera y nos quitan a los españoles nuestros trabajos hundiéndonos en el paro. Después nos quitan a los españoles la atención sanitaria y tenemos que ver cómo se atiende a los inmigrantes en la salud pública antes que a nosotros. Luego nos quitan a los españoles las plazas en las escuelas para nuestros hijos. Después en las filas de la beneficencia hay que andar dándoles de desayunar a ellos antes que a los españoles. Hasta aquí podría tolerarse. Pero es que ahora además pretenden llevarse el rosco de “Pasapalabra”. Y eso sí que no. Espabila, Rajoy, y ponte a legislar, que esto sí que es un problema de Estado.
Se llama Lilit y es armenia. Armenia de Armenia. Lleva siete años en España. Nosotros la hemos acogido con los brazos abiertos, y ella nos devuelve el favor concursando en “Pasapalabra” y acertándolo casi todo un programa tras otro. El día menos pensado va a enfrentarse en el rosco a un español y va a ganarlo ella. Y eso sí que no. Marine Le Pen acaba de prometer que en cuanto llegue a la presidencia francesa los concursos de la tele gabacha sólo los podrán ganar extranjeros si no hay ningún francés capacitado para ganarlo. Pues aquí igual. ¿Qué va a ser lo siguiente? ¿Qué nueva atribución exclusivamente española nos van a arrebatar los extranjeros? ¿Ganará “Gran Hermano” un turco? ¿Una bielorrusa dirá que está embarazada de Alberto Isla? El rosco español del “Pasapalabra” español, para los españoles. Rajoy, ya nos traicionaste con lo de la ley del aborto, no nos traiciones con esto ahora también.
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