¿Se gasta usted una pasta en homeopatía porque le funciona? No se preocupe, le ayudaremos. A diferencia de la lenta, carísima y peligrosa terapia homeopática, eso se cura en un pispás, gratis y sin efectos secundarios. Solo tiene que repetir conmigo: es irrelevante que la homeopatía “me funcione”, da igual que “me haya ido bien”, no significa nada que a un amigo de confianza “le vaya de perlas”, no importa que “vea” que incluso los niños o los bebés “se encuentren mejor”, ni siquiera demuestra nada que un caballo o a cualquier animal o mascota y “se haya curado”. Hala, ya está.
No se enfade. No vamos contra quien sufre el engaño sino
contra el timador, que se aprovecha de otro para quedarse con él y con su
dinero. Y encima el timado defiende la trampa en que ha caído para que caigan otros.
Así que repita: si las farmacias venden estos productos y el Gobierno los ha
regularizado es porque han demostrado su eficacia produciendo grandes
beneficios aun sin haber demostrado jamás su eficacia terapéutica. Si la
tuviera, no se podría permitir -como se permite- que haya farmacias que se
nieguen a vender tales engañifas.
La noche del viernes, laSexta emitió “El milagro de la
homeopatía” en el programa “Equipo de investigación”. Y, sí, contó con el
grandísimo James Randi y con el
maestro Luis Alfonso Gámez, pero
cayó una y otra vez en la trampa del “me funciona”. Con lo fácil que es: ni la
ciencia “acierta” siempre ni la medicina seria lo cura todo, así que los
medicamentos con eficacia terapéutica demostrada no le hacen inmortal. Por otra
parte, ni los timos o el simple azar “fallan” siempre ni los homeópatas matan a
todos sus pacientes, así que una pastilla de azúcar sin eficacia terapéutica
demostrada no tiene por qué matarle o impedir que se cure: puede sobrevivir y después
decir “me funciona”, pero eso es irrelevante.
Por último, repita: es falso que la homeopatía no tenga efectos
secundarios: tanta pastillita de azúcar puede provocar caries, sobrepeso y
diabetes… que no se curan con azúcar empapado con agua que una vez tuvo cerca
una molécula de glucosa.
Genial entrada, en especial la última frase sobre el azúcar. Pues al final va a ser un buen negocio también para los dentistas, ¿no?
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