22/3/14

POR FIN, EL HOMO SAPIENS


Se lo escuchamos decir el otro día al paleontólogo Yves Coppens en un “Docufilia” dedicado al origen de la humanidad: “Una forma de medir la evolución de las especies humanas es medir la magnitud temporal de sus proyectos. Cuando el hombre de hace dos millones de años tallaba una piedra, lo hacía pensando en un uso inmediato. En cambio, cuando el hombre de hace un millón de años tallaba una hermosa herramienta triangular bifacial, lo hacía con mucho mimo pensando en utilizarla durante varias semanas o meses. Cuando el hombre de hace cuarenta mil años pinta una cueva, añadirá a su pintura una argamasa para que su pintura se conserve a lo largo de varias décadas. Cuando el astrofísico actual apunta al sol y nos dice que el astro desaparecerá dentro de cinco mil millones de años, comprobamos que la magnitud es mucho mayor, y esto viene a demostrar que estamos ante un progreso en la evolución del pensamiento del hombre”.

Pues lo mismo, pero clavadito clavadito, exactamente lo mismo, nos vale para medir la evolución de las cadenas de televisión. La clave, de nuevo, está en la magnitud temporal de los proyectos de los diferentes canales. Cuando Telecinco realiza diariamente una emisión de “Sálvame” tiene entre sus manos un producto de utilidad inmediata que desaparece nada más concluir el programa; sería inimaginable reemitirlo posteriormente. En cambio, cuando Antena 3 graba “Tu cara me suena” ya acaricia una cierta trascendencia, y, de hecho, la naturaleza de este espacio permite una nueva emisión días más tarde, durante las mañanas de los fines de semana. Por último, cuando La 2 produjo “La luz y el misterio de las catedrales”, “Las claves del románico” o “Elogio de la luz” estaba realizando proyectos destinados a durar décadas, a poder reemitirse una y otra vez sin perder ni una milésima de su fascinación y de su interés.

Telecinco es homo habilis. Un millón de años después llega Antena 3, el homo erectus. Ochocientos mil años más tarde llega La 2: por fin, el homo sapiens.

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