De verdad, no importa nada que el presentador de “Cosmos” sea Carl Sagan o Neal deGrasse Tyson. Tras la primera emisión de la nueva versión de la serie documental “Cosmos” la red se ha lanzado a discutir sus virtudes o defectos, y buena parte de la discusión ha comparado el arrollador carismazo poético del Sagan original y el amable carismita coleguero del actual DeGrasse Tyson. Es paradójico, porque justamente la inteligente propuesta que se nos hizo hace más de treinta años y que se nos vuelve a hacer ahora señala que todo eso da exactamente igual. Lo importante es que la nave Voyager I continúa por los límites del Sistema Solar su viaje de miles de millones de años con un disco de oro en donde está grabado un blues de Blind Willie Johnson. Lo importante es que si condensamos la historia del universo en un periodo de un año de duración el ser humano no aparece hasta pasadas las once de la noche del treinta y uno de diciembre. Lo importante es la inmensa grandeza de ese espíritu humano, que se justifica en su capacidad para formular y entender un universo inimaginablemente grande -y, también, por cierto, inimaginablemente pequeño-.
“Broadside”, una revista neoyorkina dedicada a la canción popular a comienzos de la década de los 60, tenía como eslogan una frase que resume esta idea -que se aplica por igual a las ciencias, a las artes o a las filosofías-: “not the singer but the song”. No es el cantante lo que importa, sino la canción. Entre las reglas del método científico que DeGrasse Tyson citó en el primer capítulo del nuevo “Cosmos” -poner a prueba todas las ideas, comprobar empíricamente las teorías, desechar aquéllas que no encuentren apoyo en los datos...- no se encontraba dar más o menos crédito a una afirmación por el atractivo con el que se formula. Disfrutemos como animales (humanos) de los doce capítulos de “Cosmos” que tenemos por delante, y demos más importancia a lo que se dice que a cómo se dice: lo que van a oír es la voz unitaria de nuestra especie -como también lo ha sido siempre la canción popular, por ejemplo, el blues de Blind Willie Johnson-.
2 comentarios:
Es una frase que he repetido multitud de veces y que desconocía su origen.
Por lo demás, artículo de brillante ejecución, al margen del origen trino.
A mí me parece que en este primer capítulo de "Cosmos" el cantante ha entonado una canción que está por debajo de su nivel habitual. Creo que se han priorizado las formas en vez del contenido, que podía haber sido mejor.
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