Paco “Mío Cid” Marhuenda campea en las tertulias televisivas defendiendo su blasón de los necios infieles que niegan en su corazón que Rajoy sea el Mesías. Tras un par de años utilizando la misma falacia con diferentes collares (“claaaro, es que la derecha es mala y la izquierda es buena”, “por supuestooo, es que el Gobierno todo lo hace mal y la oposición todo lo hace bien” y “sí, hombreee, es que Rajoy no sabe nada y tú lo sabes todo”), ha dado con un nuevo filón: blandir la Tizona contra Wyoming (“es la doctrina Gran Wyoming: como es socialista, es bueno”, “Wyoming no es persona de grandes lecturas: tiene una línea simplona”, “es solo un busto parlante, un impresentable, no tiene ideas”). Ah, y los insultos no son malos, son licencias poéticas que añaden vitalidad al discurso. Por eso, hace tres semanas en “LaSexta noche”, se encendió y a quien le llamó “enamorado de Rajoy” (Carmelo Encinas) le respondió tildándole de “faltón”, “payaso”, “bufón”… y “enamorado de Wyoming”, claro.
Alfonso Rojo sigue
sus pasos. En “LaSexta noche” del pasado sábado, se encendió y a quien le
recordó que un tribunal le había condenado por mentir (Pablo Iglesias) le respondió llamándole “chorizo” y “mangante”.
Dice Iglesias que le demandará, pero sería un error. Estos enfrentamientos
deben resolverse de forma leal, buscando un acuerdo entre los contendientes.
O sea, que si Marhuenda y Rojo rivalizan y se pican entre
ellos a ver quién se gana el puesto fijo de contertulio ultra que anima esas
tertulias políticas que parecen el “Sálvame”, deberían resolverlo entre ellos. El
problema es que compiten por cobrar la misma suculenta presa. Ya avisó Rojo
hace un par de años: “nunca me han pagado
por un reportaje como corresponsal de guerra lo que cobro una noche en
televisión”, “está
desproporcionalmente y casi de forma insultante bien pagado”, “siempre compensa, peor sería tener que
cargar sacos”. Por eso vemos tanta inquina en estos enfrentamientos: por
razones de peso.
http://bit.ly/1imqHrE La dimensión sonora de la crítica televisiva de Antonio Rico aquí y ahora por el www.laboratorioderadio.com
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