Ya dijimos lo guapos que son los protagonistas de la serie “El
Príncipe” de Telecinco. Visto lo visto esta semana, añadimos que también tiene
grandes guionistas.
Tras una cabecera a lo “Corrupción en Miami” (versión patria),
el capítulo quinto arrancó por todo lo alto. Dos polis discuten sobre qué hacer
con un compañero del que sospechan y al que tienen amarrado a una silla. Para
subrayar la tensión, cambian de escenario y muestra la cortina entreabierta de
una ducha. La cámara se acerca. Vemos un hombro, un cuello, una cara. Es Fátima, la guapa protagonista. La
cámara enfoca la ducha echando agua. ¿Homenaje a “Psicosis”? No. Se enjabona el
hombro, las piernas, y se le ven los pechos. Será eso. Sigue enjabonándose para
dejar claro lo importante que es la higiene. Fuera del baño, su hermana la
apura: la esperan. Volvemos dentro, no sea que no veamos cómo se quita el
jabón. Lo vemos. Abre la cortina y no descubre el agua que salió por no cerrar
bien la cortina, que es lo que nos pasa a todos.
Después, Fátima toma el sol en biquini con dos amigas.
Preocupada, les cuenta que se acostó con chico, pero se casará con otro. Para
subrayar la tensión, una amiga dice “Bueno,
y ahora…” y se quita la parte superior del biquini. La otra la secunda.
Intentan que Fátima las imite. “Ayúdame,
que a esta la desnudamos”. Hay risas y forcejeos hasta que llega un chico
guapo y se tapan, pero no mucho, dejando claro lo importante que es tomar el
sol en la síntesis de vitamina D.
Por último, un poli está en la cama con su amante quejándose
de lo mal que van las cosas. Para subrayar la tensión, ella dice: “¿Quieres un vaso de agua”. Como sí
quiere, se levanta con calma, se pasea por la habitación y se viste una blusa
despacito para dejar claro que las prisas no son buenas.
Glenn Quagmire, el
salido de “Padre de familia”, también piensa que “El Príncipe” tiene grandes
guionistas. Toma, toma.
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