21/2/14

LOS HIJOS DE BELÉN


Estaría bien que, por un día, Telecinco intercambiara la porquería que emite por la tarde por la que emite de madrugada. Anteayer, por ejemplo. Imagínense: a las tantas, la jauría humana de “Sálvame” pasa por un aro de fuego; y, por la tarde, en horario infantil, “Los ojos de Belén”, un espacio en el que hace de reportera una señora semianalfabeta que donó en vida su cuerpo al lado oscuro de la ciencia médica para la experimentación quirúrgica y toxicológica a calzón quitado.

Seguramente no ganarían audiencia, pero tampoco la perderían: sus incondicionales hozan en la telebasura sin reparar en horarios. Pero se produciría un efecto curioso: al llegar del cole, los niños no encontrarían a sus padres viendo el universo incomprensible y hostil de “Sálvame”, sino a Belén Esteban haciendo el ridículo en una lamentable “investigación” sobre fenómenos paranormales.

Los seguidores de “La pringosa del pueblo” no se darán cuenta porque están habituados al producto, pero sus hijos podrían echar un ojo al llegan del cole y señalar lo mal que lo pasaría en segundo de ESO una señora que para manifestar su nerviosismo dice “Me late el corazón” (claro, como a todos), hace frases sin verbo (“¡Qué frío aquí!”), no apea el laísmo (“Hay algo que no la gusta”), balbucea “¿Qué significa ‘antromorfas’?” cuando le dicen que verán unas tumbas antropomorfas, escucha boquiabierta (literalmente) las tontorronas historias paranormales que le cuentan por muy ridículas que sean (“Cuando Íker Jiménez vio esta foto dijo ‘No tiene explicación, pero está ahí’ ”. ¡Menudo “experto” el Fríker!), estropea el clima de misterio paranormal propio de estos timos diciendo “¿Estás ahí, Araceli?” como si no tuviera cobertura en el móvil, y lo remata manifestando su miedo con toda la cutrez de quien  no sabe hablar de otra manera (“Yo me cago, tía”).

El único riesgo que se correría con este cambio es que los hijos, en vez de denunciar la impostura de “Los ojos de Belén”, dijeran: “Mamá, qué rollo estudiar, quiero currar en lo mismo que esa tía”.

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