9/2/14

ENHORABUENA A LOS ELIMINADOS


Lo siento, chicos, no se puede ganar siempre. Lo comprobamos el pasado jueves durante el estreno de “La Voz Kids”, la versión infantojuvenil de “La Voz”. Algunos de los jóvenes que acudieron llenos de ilusión a la primera audición a ciegas del concurso tuvieron la gran fortuna de no gustar lo suficiente a ninguno de los tres coaches y fueron eliminados del espacio. Pero no todos salieron tan bien parados del programa: un buen grupo de los niños y adolescentes que cantaron para Bisbal, Rosario y Malú tuvieron la desgracia de gustar al jurado y ser elegidos para continuar en el programa. A veces se gana; a veces se pierde.

Y, de verdad, los chicos que terminaron su paso por “La voz” en el primer programa no saben de la que se han librado; y los chicos que seguirán durante varias semanas protagonizando el prime time de los jueves no saben en la que se han metido. Estamos hablando de llenar la cabeza de los niños de pájaros ridículos a unas edades en las que se carece por completo de distancia y de solidez como para resistir mínimamente ser embaucado de una forma tan atractiva y sórdida. Estamos hablando de transmitir a los niños unos valores abiertamente estúpidos, de hacerles creer que son las estrellas televisivas que no son, los adultos que no son, los talentos musicales que no son, de meterlos de golpe en un mundo marciano completamente desaconsejable para su desarrollo y abruptamente separado del mundo en el que vive el resto de sus compañeros de clase. Estamos hablando de que tres cantantes famosos digan cada 1,7 segundos a niños de 8, 10 o 12 años que son guapos, especiales, campeones e increíblemente geniales.

Así que enhorabuena, chicos eliminados. Y un abrazo y todo mi apoyo para vosotros, desafortunados chicos seleccionados; quizá no entendáis bien lo que hoy he escrito para vosotros en esta columna: que os lo expliquen vuestros padres, ésos que gritaban y saltaban de alegría el otro día cuando Malú, Rosario o Bisbal pulsaban el botón rojo.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. Personalmente creo que a los niños se les debería dejar estar tranquilos con sus amigos/familia/cole, y no explotarlos en programas, y mucho menos en cuestiones musicales. Para cantar, la voz tiene que estar formada (además del cerebro), y cuando son pequeños, pues no se da el caso. Es decir; el programa es un fraude, aparte de por los motivos que comentas, porque las voces no están formadas, y encima estos supuestos profesionales del canto (y sé de lo que hablo, si no, que me presenten su nivel de estudios musicales en instituciones de cierta consideración) pueden cargarse el instrumento musical de esos niños. Triste y vergonzoso.

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