Demostrando una vez más que el arte sofisticado no tiene porqué estar reñido con el éxito popular, Kiko Rivera ha sacudido el panorama cultural nacional con la publicación de “Así soy yo”, un arriesgado ejercicio de renovación del lenguaje musical que supondrá otro hito en la carrera de un autor que ya ha dejado una profunda huella en todos nosotros con creaciones como “Quítate el top” o “Chica loca”. La presentación del tema en “Sálvame” -otro golpe de genialidad elegir el programa de Jorge Javier para mostrar su trabajo, en un claro intento de huir de encasillamientos y acentuar sus dimensiones polisémicas que con tanta frecuencia son incomprendidas por la crítica más erudita- provocó la mayor movilización popular a favor del arte que se recuerda desde que Mozart estrenó “Las bodas de Fígaro” en la Praga de 1786: en sólo veinticuatro horas lideró las peticiones de iTunes, y las entradas en youtube también llegaron al número uno en nuestro país con más de dos millones y medio de visitas.
Y no es para menos. Rivera se apoya en Lorca y Cernuda, pero va mucho más allá que ellos: “si me dices te quiero no dejo de soñar, para ti el mundo entero te voy a regalar”; rompe los rígidos esquemas de la gramática tradicional una vez superado el academicismo de su primera etapa: “dame sólo un momento pa volverte a enamorar”; reta a la lógica tradicional proponiendo conexiones inesperadas entre ideas, como si André Breton volviera a nacer: “si tú supieras lo que siento por ti, ven dame un beso que me estoy muriendo”. Cada nueva obra de Rivera se espera con el mismo interés con el que se recibe cada novela de Chirbes o cada película de Erice, a sabiendas de que tras ella será necesario reescribir la historia del arte de las últimas décadas. “Así soy yo” requiere un análisis tan detallado y un seguimiento de su proyección en el tiempo tan largo, que sería deseable que el autor retrasase una temporada la publicación de su próxima obra. Una temporada larga, muy larga. Por favor, que no vuelva a sacar otra canción en toda su puñetera vida.
6 comentarios:
La única cosa que sé con seguridad que voy a hacer durante el día una vez levantada es leerte. Muchas gracias por cada uno de tus artículos! Espero algún día llegar a tener el 10% de tu capacidad crítica.
Una lectora joven.
Muchas gracias a ti, lectora joven
He leído este artículo hace unas horas en el periódico La Opinión de A Coruña y me ha parecido impresionante por la enorme carga de ironía que encierra, por el brillante desarrollo del tema, con las referencias a grandes autores que en una ingenua lectura puede hacernos caer en la trampa, por la sutileza con la que se pide que se tome su tiempo para componer y por la contundencia del final.
Buscándolo por Internet llegué hasta este blog y la verdad es que se trata de un feliz hallazgo.
Enhorabuena y muchas gracias por deleitarnos con esta obra de arte.
Antonio.
Abrumado me hallo por tal despilfarro de alabanzas. Quién pudiera estar ahora en Galicia. Muchas gracias y un abrazo.
Una vez más, tras leer tu artículo, tengo que decir: ¡chapeau! porque has hecho un ejercicio de ironía de lo más estimulante. Espero que no desfallezcas y que sigas aportando esa mirada crítica cargada de sarcasmo (trufada a veces de admiración y hasta de cierta ternura) y que le da brillantez a un periódico.
Por cierto, espero con ansias tu visión sobre el programa de la sexta "lab: tal como somos". Me encantaría saber tu opinión sobre él. Saludos!
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