Si “Torres” fuera Maruja Torres en vez de Mara Torres, molaría mucho más. No es que “Torres y Reyes”, el nuevo programa de La 2 para los jueves por la noche sea un mal programa, al contrario: está bien concebido y bien realizado, pero podía pasar de bueno a cojonudo con solo este pequeño ajuste. Si Maruja sustituyera a Mara siquiera un ratito, el espacio podría conservar el estupendo juego de palabras de su título, el grafismo ajedrecístico que lo corona y los guiños que el “Torres y Reyes” actual tiene, pero ganaría pegada, mordacidad, mala leche si quieres, interés en definitiva.
Porque, aunque nos duela hemos de reconocerlo, el estreno
que vimos anteayer quedó un poco sosito. Lo de siempre: teníamos grandes
expectativas y se nos fue la mano. Era un optimismo justificado porque no es
cualquier cosa combinar el ingenio descontrolado de Joaquín Reyes (“La hora chanante”, “Muchachada nui”, “Museo
Coconut”) con la eficacia de una periodista como Mara Torres que nos había
regalado, por ejemplo, unos informativos en La 2 en los que cedía las riendas a
diferentes figuras del mundo de la cultura y la ciencia para que nos ofrecieran
unos telediarios de autor que daba gloria verlos. Pero, no sé, esa combinación
entre chico y chica, entre el periodismo y el humor, podía conservarse y mejorarse
añadiendo el contraste entre veteranía y juventud, entre quien dispara con
tontunas y quien sabe dónde hay que poner la bala, entre quien descomprime el
ambiente con una broma desconcertante y quien es capaz de volver a comprimirlo todo
lo que haga falta en vez de limitarse a reír angelicalmente los chistes ajenos.
Al final del programa, el psiquiatra Luis Rojas Marcos habló de la memoria. Pues ahí va una. La 2 ya
tuvo hace año y medio un programa (“La nube”) que, como este, giraba sobre el
universo Internet. Recordemos lo fresca, divertida, ingeniosa e ilustrativa que
resultó la entrevista que hizo Toni
Garrido a Maruja Torres. Pues eso.
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