Auténtica conmoción han causado las declaraciones de Ana Boyer en el programa “Corazón” del pasado viernes en el que aseguró de forma tajante que “ehh... yo estoy bien, igual que siempre, y, nada, muy contenta”, después de que Anne Igartiburu, demostrando que ante todo es una periodista de raza, la calificara como “la hija más tímida y más serena” de Isabel Preysler, y concluyera con un rotundo “es que queremos saber más de ella”. No es fácil conseguir que Ana Boyer acceda a hablar delante de las cámaras, su reticencia a conceder entrevistas es sólo comparable a la relevancia que este personaje está teniendo para la España del momento, de ahí que podamos considerar que testimonios como “sí, no, sí... a ver... yo estoy encantada de conocer a personas, pero tampoco estoy buscando nada concreto” son un material periodístico de primera importancia, junto con el enigmático “... pero si aparece... muy bien, claro... tengo veinticuatro” con el que remató la anterior afirmación.
La entrevista con Ana Boyer dio mucho más de sí ya que la joven ofrecía titulares casi en cada una de sus intervenciones. Lean como prueba algunas de sus palabras y entenderán por qué el país lleva varios días analizando el “Corazón” del pasado viernes: “Estoy aprovechando, no he parado de viajar”, “por ahora estoy feliz en casa”, o “ahora todavía sigo de vacaciones, así que muy contenta”. El trabajo de los redactores también estuvo a la altura del histórico documento; el buen hacer periodístico del equipo de Igartiburu nos descubrió que “Ana Boyer encuentra refugio y complicidad en la compañía de su madre y su hermana”, y que “la recién licenciada ha aprovechado el verano al máximo rodeada de su familia y amigos”. En tiempos de intensa crisis es cuando el periodismo puede desempeñar un papel de crucial relevancia social. Declaraciones como las efectuadas por Ana Boyer el pasado viernes ayudan extraordinariamente a aclararnos la situación, identificar las causas de nuestro estado y señalarnos la forma de resolverlo.
O sea, como Roberto Benigni en "A Roma con amor" de Woody Allen... "El señor Leopoldo Pisanello desayuna tostadas con mermelada", da como extraordinaria exclusiva una periodista. Genial entrada.
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