Si una espumadera con un reloj incrustado es un invento entonces el martes por la noche La 1 estrenó “España a ras de cielo”. Si la espumadera horológica es solo un apaño, de estreno nada.
Partamos de un principio general: innovar no es fácil.
Extraigamos de él una consecuencia práctica: es más fácil simular la invención
copiando a otro o mezclando dos cosas que ya existían para dárselas de creativo
que parir algo nuevo. Aplicando esto a la tele, entendemos por qué hay tantos
formatos copiados y tanta mezcla de géneros antiguos para parecer nuevos.
Hace mucho, pero mucho, mucho, TVE emitió “A vista de
pájaro”, una serie documental con imágenes de diferentes lugares de España
grabadas desde el aire y presentadas por una grave voz en off que iba largando
datos a dolor. Un programa cojonudo que aún nos gustaría aunque solo fuera por comprobar cómo eran esos lugares conocidos que ya no son como eran. En 2005 TVE
emitió la versión actualizada con la última tecnología y esas cosas: “España,
entre el cielo y la tierra”, otra serie estupenda. Ahora, “España a ras de
cielo” vuelve con lo mismo, pero con un reloj añadido que se llama Francis Lorenzo.
Copiar formatos televisivos conlleva el desagradable riesgo
de que te denuncien por plagio, por eso hay quien opta por pagar la franquicia
o, más barato, por recurrir a la mezcolanza. Y si en las ferias los charlatanes
se desgañitan ofreciendo cazuelas, sartenes o espumaderas a las que han añadido
un reloj, en la parrilla televisiva últimamente están empeñados en colocarnos los
viejos formatos de siempre a los que han añadido un famoso para dar la hora.
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