Como cada año, el sábado por la mañana La 1 emitió la habitual retransmisión en directo del Día de las Fuerzas Armadas. Abrieron entrevistando al ministro de Defensa y poniéndosela como se las ponían a Felipe II: “Ya el año pasado este acto se quedó bastante reducido pero es que en esta ocasión ha quedado reducido al mínimo. ¿Es pura necesidad o es más bien un gesto de austeridad ante tanto sacrificio que se está exigiendo a los ciudadanos?”. Pedro Morenés remató la máxima del día a puerta vacía diciendo que se trata tanto de un gesto de solidaridad como de una política de eficiencia económica, claro, qué iba a decir si no. Vale, pero ¿qué pasa si damos la vuelta a la frase? ¿Acaso los desfiles anteriores no habían sido solidarios y eficientes, llegando incluso a ser insolidarios e ineficientes?
En las retransmisiones de los últimos años siempre contaban
que estaban ahorrando mucho comparado con otros desfiles, pero esta vez supimos
de cuánto estábamos hablando porque esa misma mañana dieron las cifras en
“Audiencia abierta”, el publirreportaje semanal de TVE sobre la Familia Real. El
reportaje también abrió con la máxima día (solidaridad y austeridad, recuerden),
y señaló que el gasto bajó más del 97 por ciento desde 2008. Pero viendo las
cifras, el dato más llamativo era que en cuatro años, de 2003 a 2007 el gasto pasó de
230.000€ a 3.600.000€. Y sin anestesia. Después bajó, sí, pero poco. Incluso se
permitió un aumento en 2011,
a pesar de las subidas del IVA, las pensiones congeladas
y los sueldos de funcionarios reducidos. No solo echamos de menos que en las
retransmisiones de aquellos maravillosos años TVE calificara los desfiles de
las Fuerzas Armadas como “insolidarios e
ineficientes”, también se echa en falta que ahora no salga Esperanza Aguirre con una de las
suyas: “Tienen que terminar las
mamandurrias”, por ejemplo.
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