"COSMOS", SEGUNDA TEMPORADA

En el capítulo 8 de “Cosmos” (1980), Carl Sagan comentaba las distorsiones en el tiempo que experimentaría un viajero si alcanzara velocidades cercanas a la de la luz refiriéndose a la famosa anomalía propuesta por Albert Einstein: si un miembro de una pareja de gemelos pudiera estar un año moviéndose por el espacio a casi 300.000 kilómetros por segundo, al regresar a a la Tierra se encontraría con que su hermano había envejecido cincuenta años. Viajar a velocidades cercanas a la de la luz es viajar hacia el futuro, y yo necesito imperiosamente justo ahora poder montarme en una nave que se acerque a los 300.000 km/s porque siento una urgencia irrefrenable de encontrarme en el verano de 2014. No puedo esperar a que llegue, he de acelerar como sea el paso del tiempo y hacer que los doce meses que faltan transcurran en unos pocos minutos. ¿La razón de esta ansia? Justo ahora me acabo de enterar de que FOX ha anunciado que dentro de un año estrenará la nueva edición de “Cosmos”, una nueva versión de la colosal obra documental que creó Sagan hace más de 30 años.

No puedo esperar un año a que pase un año. Escribo esta columna verdaderamente emocionado, y los que me conocen bien saben que no miento. Si tuviera que elegir las diez influencias audiovisuales más importantes en mi formación como persona, “Cosmos” estaría en ese grupo, y el perfil de esta nueva recreación del universo parece inmejorable: producido por Seth MacFarlane, aprobado y asesorado por Ann Druyan -viuda de Sagan-, y presentado por Neil DeGrasse Tyson -premiadísimo astrofísico que se ha revelado como un excelente divulgador en varios documentales y como un divertidísimo contertulio en programas como los de Conan O’Brien o Bill Maher-. ¿Sabe alguien si alguna agencia espacial mundial lanza hoy alguna nave que se vaya a acercar a la velocidad de la luz? He de montar en ella. Necesito aplicar los conocimientos que obtuve en la primera edición de “Cosmos” para poder ver cuanto antes la segunda.