El filósofo Malebranche (1638-1715) encontró, mientras estaba curioseando en los
puestos de libros que flanquean el curso del río Sena en París, un ejemplar del
“Tratado del hombre” de Descartes. El libro le impresionó tanto que, mientras
lo leía, pareció quedarse sin aliento y sufrió palpitaciones. Entiendo
perfectamente a Malebranche. Hace unas semanas encontré, mientras estaba
curioseando en los estrenos de series que flanquean el curso de Canal +, en el
mando a distancia, el primer capítulo de “House of cards”. La serie me
impresionó tanto que me dejó sin aliento y sufrí palpitaciones.
Descartes
plantea en el “Tratado del hombre” una serie de problemas filosóficos en torno a
la naturaleza humana y ofrece unas hipótesis fisiológicas acerca del cuerpo
humano. Nunca está de más leer a Descartes, pero es difícil que la lectura del
“Tratado del hombre” nos impresione hoy tanto como a Malebranche. Beau Willimon
plantea en “House of cards” una serie de problemas filosóficos en torno a la
naturaleza humana en general y la naturaleza del poder en particular, y ofrece
unas hipótesis fisiológicas acerca del cuerpo político. Fascinante. El
congresista Francis Underwood quiere ser vicepresidente en lugar del
vicepresidente, como Iznogud quería ser califa en lugar del califa en el cómic
de Goscinny y Tabary, pero Francis es más astuto que Iznogud, más frío y con
menos escrúpulos. Y los hombres del congresista no son tan fieles como Dilá
Lará, pero sí son mucho más listos. Los planes de Iznogud para derrocar al buen
califa Harún el Pussah siempre fracasan. Los planes de Francis Underwood para
ascender a la cima del poder casi siempre triunfan. La primera temporada de
“House of cards” impresiona y deja sin aliento, y algunos estamos deseando que
en la segunda temporada algo se tuerza para que Francis y su mujer terminen su
aventura como Iznogud y Dilá Lará.
En el primer capítulo de “Frasier”, Niles
dice a su hermano que no le gusta la “psiquiatría pop” que hace en su programa
de radio. “House of cards” es una serie de televisión, y algunos dirán que hace
“política pop”. Puede ser. No importa. Frasier Crane daba buenos consejos, y
Francis Underwood es un buen guía de la naturaleza humana y política. Como
Descartes y como Iznogud, pero mirando a los ojos del espectador.
Yo también me acordé deIZnogud, excelente post.
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