Anteayer terminó “Expedición imposible” en Cuatro. Por si no
siguieron el programa, se lo resumo: unos cuantos personajes televisivos, en un
intento de seguir viviendo al calor de los rescoldos de una fama que se va
apagando, fueron a jugar a ser Indiana
Jones a Marruecos con el habitual, noble y encomiable objetivo de ganar más
dinero del que un español medio gana yendo a trabajar todos los días. Al final
ocurrió lo peor, que todos han vuelto a casa y ahora andarán al acecho de una
nueva presa televisiva que les permita anunciar que otro desastre está en
marcha. Ya saben: “Voy a participar en un
nuevo proyecto televisivo superilusionante. Es una nueva experiencia que supone
un desafío y un reto personal porque blablablá”.
A ver, famosetes que os apuntáis a cualquier cosa. Aquí las
cosas están mu malamente. Eso ya lo
habréis notado porque la tele paga ahora por no hacer nada la mitad de lo que
pagaba antes. Hay casos en los que incluso hay que hacer el esfuerzo de tirarse
de un trampolín que no tiene ascensor para subir. Sabéis que miles de españoles
tienen que marchar fuera a buscarse la vida. Pues no queda otra que aprender de
las barbas de Yola Berrocal y poner
las vuestras a remojar.
Hace unas semanas que tan glandular personaje anunciaba que
marchaba de España. Un caso más de “fuga
de cerebros”, decía ella con un par. Pues alegría: ya ha comenzado sus
bolos allende los mares y ha participado en un programa de Univisión en Miami. En
traje de baño. En un jacuzzi. Ideal. Divino. Y comodísimo. Seguro que pagan
bien y hay sitio para más. Así que desde aquí animamos a los medio famosos y
famosos enteros que invaden nuestras teles convirtiéndolas en un lodazal, para
que se embarquen en este nuevo proyecto superilusionante que supone un desafío
y un reto personal: ser un caso más de fuga de cerebros, pirárselas de aquí, dejarnos
en paz y embarcarse en “Expedición posible”. Ánimo, tropa. “Expedición
posible”, ¡menuda experiencia!
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