Si han seguido estos últimos días en telediarios y periódicos las noticias sobre la intención del gobierno griego de reclamar formalmente el dinero que Alemania le debe a Grecia desde la II Guerra Mundial en concepto de reparaciones de guerra, se habrán encontrado con la espeluznante imagen de la esvástica ondeando en la Acrópolis de Atenas en 1941. Grecia debe a la troika 240.000 millones (más intereses), pero Alemania debe a Grecia 162.000 millones (108.000 millones corresponden a la reconstrucción de las infraestructuras destruidas, y el resto a los préstamos que el Banco de Grecia se vio forzado a suscribir para pagar los gastos de las fuerzas de ocupación nazis). 162.000 millones (más intereses) es mucho dinero, señora Merkel. Pero la foto de soldados nazis izando la esvástica en la Acrópolis no tiene precio.
¿Qué tal si Alemania deja de torturar a Grecia a cambio de que Europa perdone (pero no olvide) esa foto? Grecia no recibió ninguna compensación por los préstamos que el país se vio obligado a suscribir para Alemania, ni por los destrozos ocasionados por la guerra, ni por las horribles matanzas cometidas por los nazis, ni por los cientos de miles de muertos a causa del hambre, ni por los miles de griegos ejecutados y exiliados. Grecia tampoco ha recibido ninguna compensación por la foto de la esvástica manchando la imagen de la Acrópolis. Ni a Merkel ni a Alemania les importa un pito que los viejos griegos nos legaran la democracia, la filosofía, el teatro, la poesía épica, los Juegos Olímpicos, el principio de Arquímedes o el tornillo. Por supuesto, ni a Merkel ni a Alemania les importa el legado de horror que el nazismo dejó en Grecia. Pero a los nuevos chulos de Europa sí debería importarles esa foto. ¿Cuánto vale esa foto, señora Merkel? ¿Cuánto dinero está dispuesto a pagar el estado alemán para evitar el escrache de la historia? No hay dinero que pague esa vergüenza, es cierto. Pero podemos intentarlo. Alemania debe pagar los 162.000 millones de euros que le debe a Grecia, más 78.000 millones que cuesta que perdonemos (sin olvidar) la foto de la esvástica en la Acrópolis. Total: 240.000 millones. Estamos en paz.
La democracia, la filosofía, el teatro y todo lo demás es un regalo. De nada.
"¿Cuánto dinero está dispuesto a pagar el estado alemán para evitar el escrache de la historia?"
ResponderEliminarFrases para el recuerdo. Muy buen artículo.
Tú sí que sabes cómo rematar una faena.
ResponderEliminarUn artículo magnífico, gracias. Y un blog magnífico que hace tiempo que leo y recomiendo, aunque no había comentado hasta ahora. Gracias por estos textos llenos de ironía e inteligencia.
ResponderEliminarHagamos que un país pague deudas y reparaciones que sabemos perfectamente que jamás podrán devolver, total, ¿Qué podría salir mal?
ResponderEliminarY esto vale tanto para Alemania como para Grecia.
Los ciudadanos alemanes tienen tanta culpa de los préstamos concedidos por sus bancos a países dirigidos por gilipollas derrochadores, como los ciudadanos de esos países tienen de las idioteces cometidas por sus gobernantes, con una salvedad, los alemanes no escogieron a sus banqueros, pero los griegos sí escogieron a su gobierno.
Como siempre...en la diana. Gracias por la genialidad.
ResponderEliminar