Discovery Max ha celebrado los 50 años de Spiderman con una maravillosa noche en la que se repasaron todos los aspectos del antihéroe más carismático y entrañable de la cultura popular del siglo XX. Se nos contó el drama clásico de Peter Parker, tímido adolescente que ha de asumir que un desafortunado accidente le ha dotado de unos poderes que deberá poner al servicio de la comunidad arriesgando por ello su vida. Conocimos a Stan Lee, su creador. Y, claro, escuchamos a una larga fila de biotecnólogos y físicos sembrar incontestables dudas acerca de que la picadura de una araña radioactiva pudiera dotar al receptor de las propiedades a escala de una araña de 80 kilos de peso o acerca de que un joven estudiante de ciencias pueda crear un finísimo cable que lanzado a doscientos metros de distancia sujete un autobús que
se precipita al vacío.
se precipita al vacío.
¿Celebrará también Discovery Max los 50 años de Mafalda? Por una maravillosa coincidencia, la fecha de aparición del personaje de Quino coincide casi exactamente con la fecha de la primera vez que nuestro amistoso vecino el trepamuros apareció dibujado por Steve Ditko columpiándose entre los rascacielos de Nueva York. Cincuenta años de Mafalfa serían también la ocasión para realizar un documental en el que especialistas de la psicología y del desarrollo infantil nos explicaran que es imposible que una niña de seis o siete años pueda hacer análisis tan lúcidos sobre la realidad política del momento, que hubiera resultado muy improbable que alguien de las características y la edad de Mafalda fuera fan de los Beatles en la Argentina de la época, y que, en el extrañísimo caso de que hubieran existido caracteres como los de Susanita y Manolito, la ciencia actual puede afirmar con rotundidad que jamás hubieran sido buenos amigos.
Mafalda fue una superheroína y Spiderman un pobre chico de barrio que intentaba portarse bien con sus vecinos. Como en el viejo dicho de Jean Cocteau, Quino y Stan Lee consiguieron hacerlos realidad porque no sabían que eran imposibles. No veían Discovery Max.
Mafalda fue una superheroína y Spiderman un pobre chico de barrio que intentaba portarse bien con sus vecinos. Como en el viejo dicho de Jean Cocteau, Quino y Stan Lee consiguieron hacerlos realidad porque no sabían que eran imposibles. No veían Discovery Max.
Spiderman, uno de los grandes personajes de la mitología contemporánea a través del noveno arte, es un superhéroe, no un antihéroe. Mafalda siempre será una heroína porque cada dosis engancha más que la anterior.
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