Del mismo modo que muchos vemos en TCM el cine que ya hemos visto y que tenemos
en DVD, algunos vemos en Neox y en Nitro las reposiciones de “Sherlock” y
“Roma”, dos series que ya hemos visto y que tenemos en DVD salvo que algún amigo
(ejem) no nos la haya devuelto. El último capítulo de la segunda temporada de
“Sherlock” emitido el pasado lunes en Neox es todavía mejor que el último
capítulo de la segunda temporada de “Sherlock” emitido primero en TNT y luego en
Antena 3. Las aventuras de Tito Pullo y Lucio Voreno no han perdido ni un
poquito de interés con el paso de Canal + a Nitro, así que Pullo sigue siendo un
personaje tan contradictorio como fascinante. Es lógico. Decía Thomas Paine que
la monarquía hereditaria es algo tan absurdo como la licenciatura en física
hereditaria, pero en televisión la monarquía hereditaria no es tan absurda como
la monarquía política porque Neox y Nitro pueden heredar “Sherlock” y “Roma” sin
sacudir los cimientos de la física.
En una ocasión le preguntaron al pintor
Jackson Pollock cómo sabía cuándo terminaba una obra. Pollock, que pintaba dando
brochazos aquí y allá llevando un cubo agujereado lleno de pintura que goteaba,
respondió: “¿Cómo sabes cuándo terminas de hacer el amor?”. Creo que nuestra
relación con las grandes series televisivas es parecida a la relación que
Pollock tenía con la pintura. ¿Cómo sabemos cuándo hemos terminado de ver
“Sherlock” o “Roma”? Cuando hemos terminado de hacer el amor con Holmes o con
Pullo. De momento, soy de los que recorro los capítulos de “Sherlock” y “Roma”
dando brochazos aquí y allá con un cubo agujereado de pintura, y sigo
disfrutando con la genial vuelta de tuerca al detective creado por Conan Doyle
que propone “Sherlock” y la deslumbrante visión de la antigua Roma que presenta
“Roma”. El orgasmo todavía está lejos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario