En la antigua Roma celebraban una fiesta en honor a
Pues olvídenlo. Hay una nueva versión actualizada: quien
exprese públicamente los motivos por los que sospecha de la mujer de César, no
solo debe ser honesto; también debe parecerlo. Es la adaptación que el ministro
Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal
Montoro, nos regaló anteayer en “Los desayunos de TVE”. Se refirió a los
contertulios televisivos y, en general, lo que él llama “creadores de opinión” señalando que “no se puede estar sentando cátedra todo el día sobre la justicia
social y luego no pagar a Hacienda”. Sospecha Montoro de los que sospechan
de la mujer de César igual que antes sospechó de los actores y otros colectivos
para recordarles que calladitos están más guapos. De quien no sospecha Montoro
ni le gusta que sospeche nadie es de César, su mujer o su tesorero. Será que
tiene tan claro que César es un hombre honrado como el Marco Antonio de Shakespeare
tenía claro que el asesino Bruto era
un hombre honrado. En pocas palabras:
-
“¿Quién es ese
que sospecha de César, su mujer o su tesorero?”
-
“Un trabajador televisivo
del sector 7-G, señor Montoro.”
-
“¡Excelente!”
Sombra aquí, sombra allá http://histericapeninsula.blogspot.com.es/2013/03/sombra-aqui-sombra-alla.html
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