Ya está bien, no permitamos que nos engañen. No consintamos la
cortina de humo que los medios de comunicación están extendiendo con el caso
Bárcenas para ocultar el verdadero escándalo de corrupción que sacudiría hasta
sus cimientos la misma estructura del Estado español. A lo mejor el actual
presidente del gobierno estuvo recibiendo durante once años sobres con
veinticinco mil euros anuales. A lo mejor no fue únicamente Rajoy, sino que
también lo hicieron Francisco Álvarez Cascos, Rodrigo Rato, Ángel Acebes, Major
Oreja, María Dolores de Cospedal y otra larga serie de secretarios,
subsecretarios y periodistas. ¿Y qué? Todo son minucias en comparación con lo
que se comenta en los corrillos de tertulianos y columnistas de este país.
¿Nadie se atreve a decirlo? Pues yo sí: Lilit, la increíble concursante rusa de
"Pasapalabra" cuyos conocimientos culturales y lingüísticos van más allá de lo razonable,
es en realidad Amy Martín, es decir, la cantante de Reber, es decir, Irene Zoe
Alameda, es decir, la protagonista del reciente escándalo de la Fundación Ideas,
mujer a cuya construcción poliédrica de un personaje renacentista pop
postmoderno empoderado visibilizado alternativo sólo le faltaba la dimensión
post-kitsch semiótica desminorizada de una concursante armenia que deja
boquiabierta a la audiencia con sus increíbles conocimientos del idioma
español.
Con la "d", "alabanza exagerada, encomio excesivo":
"Ditirambo". Con la "z", individuo de un grupo religioso judío de carácter
integrista": "Zelote". Con la "j": "en el siglo XVII, tendencia que propugnaba
la autoridad de los obispos y la limitación del poder papal": "Jansenismo". Todo
mentira. Un conocido periódico nacional publicará en breve las hojas manuscritas
en donde le pasan a Alameda la solución con las palabras del rosco. Esto sí es
un escandalazo y una prueba de los niveles de corrupción que horadan al PSOE a
todos sus niveles, y no las menudencias de toda la cúpula del PP y sus
corruptelillas de poca monta.
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