El problema que tiene “Increíbles” es que se encuentra más allá de la línea de Kármán. La línea de Kármán marca el límite entre la atmósfera y el espacio exterior. A medida que nos alejamos de la superficie de la Tierra la capa de gases que la rodea se va volviendo menos densa. Es un desvanecimiento gradual que termina en la exosfera, en donde no se encuentran suficientes partículas gaseosas como para hablar de la existencia de una atmósfera. Convencionalmente se acepta la propuesta realizada por Theodore von Kármán de aceptar un límite a partir del cual ya se abre el resto del universo, colocado a cien kilómetros de altura respecto del nivel del mar. Es la llamada “línea de Kármán”. Fuera, en el espacio exterior, la densidad de la materia es extraordinariamente baja; frío, oscuridad y una media de dos átomos por centímetro cúbico.
“Increíbles” no está mal, pero la densidad de su interés lo sitúa fuera de la atmósfera terrestre. Es fascinante ver a un concursante resolver un cuadrado mágico de 8x8 sin mirarlo, o a una niña situar en un mapamundi quince países tomados al azar entre todos los que existen, o a un chaval intentar resolver cinco cubos de Rubik con los ojos vendados tras media hora de estudio. Pero si siete pruebas de este estilo requieren tres horas de televisión, una sencilla división nos indica que el número de átomos de interés que tiene “Increíbles” por segundo no alcanza el criterio exigido para localizarse en el interior de la línea de Kármán. El comandante Sobera intenta aumentar la masa crítica del espacio, luchando tenazmente contra los intentos de Mario Vaquerizo de hundir el concurso en el espacio intergaláctico. Pero aun así hace demasiado frío, demasiada oscuridad, son pocos dos átomos por centímetro cúbico para retener el programa en la parrilla televisiva terrestre. Disminuyan la duración del programa e “Increíbles” podrá convertirse en el espacio de referencia de la noche de los viernes. Mantengan la actual y se perderá en la nada como Frank Poole tras ser asesinado por HAL en “2001”. ¿Qué apostamos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario