A veces, lo más fácil es ser John
Huston o Humphrey Bogart. Durante el rodaje de “La reina de África”, Huston y
Bogart fueron los únicos que no sufrieron diarreas ni contrajeron la disentería
porque fueron los únicos de todo el equipo técnico y artístico que no bebieron
nunca agua. Huston y Bogart sólo bebieron whisky. Qué fácil. Así cualquiera.
Pero no siempre se puede escoger beber whisky mientras vemos “La guerra de las
galaxias” en SyFy, “Homeland” en Fox, “Big Bang” en TNT, “La noche temática” en
La 2 o “Fiebre Maldini” en Canal +. A veces, algunas veces, hay que beber agua
contaminada por la entrevista de Jordi González a Jorge Javier Vázquez en “El
gran debate” (Telecinco). Lo que dijo Jorge Javier, dedicado en cuerpo y alma a
la promoción de su libro “La vida iba en serio”, intenta distraernos de lo que
Jorge Javier hace. Y eso provoca diarreas en el espectador.
“¿Cómo
Dios y los alienígenas pueden existir en el mismo mundo?”, se preguntaba en la
serie “V” un sacerdote amigo de la resistencia. La postura oficial del Vaticano
estaba clara: “Los visitantes son parte del plan de Dios”. Me pregunto cómo
pueden existir en el mismo mundo televisivo un héroe como Luke Skywalker y un
presentador sin escrúpulos empeñado en vendernos su libro. Supongo que todo
forma parte del plan del Dios de las Televisiones. Ningún espectador apaga su
sed de televisión sólo con whisky, como habrían hecho Huston y Bogart. No se
puede saborear el whisky de “La guerra de las galaxias” sin beber el agua de
las películas de Manolo Escobar, ni se puede disfrutar del whisky de “Fiebre
Maldini” sin pillar de vez en cuando una buena diarrea bebiendo las tertulias
de “Futboleros” en Marca TV. Jordi Évole sabe mejor cuando se ha probado antes
a Jorge Javier. Un chupito de la serie documental “La humanidad” (Canal
Historia) está más rico después de joderse el estómago viendo “Gandía Shore”
(MTV) ¿Eso quiere decir que el Dios de las Televisiones ama las diarreas y la
disentería tanto como el sabor de un buen whisky? Pues no. Lo que quiere decir
es que el Dios de las Televisiones, como todos los dioses, se divierte
observando a los espectadores. Y un espectador que sólo bebe whisky o que sólo
bebe agua no es divertido. Dicho de otra forma, Huston y Bogart son aburridos
para Dios.
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