Grandes sorpresas en la ceremonia-fiesta de clausura de los Juegos Olímpicos de Londres. El mundo cantó “Imagine” con John Lennon y se divirtió siguiendo el juego a Freddie Mercury. Volvieron las “Spice Girls”, en cinco taxis. Desfilaron las “top models”, navegó Annie Lennox y se homenajeó a “The Who”, “Pink Floyd”, David Bowie y los “Bee Gees”. Cantó George Michael. Eric Idle, de los “Monty Python”, cantó “Mira siempre el lado bueno de la vida”, y a todos nos entraron una ganas tremendas de silbar y de ver otra vez “La vida de Brian”. Antes de los discursos, se izó la bandera de Grecia, en homenaje a los inventores de los Juegos Olímpicos. Y, en ese momento, apareció la reina de Inglaterra, acompañada de Sean Connery vestido de James Bond. Saludó con la mano, se puso las gafas, sonrió y pronunció uno de los discursos más breves de su reinado y, quizás, el más importante: “El Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda de Norte quiere celebrar el fin de los Juegos Olímpicos de Londres devolviendo a Grecia los mármoles del Partenón expoliados por Lord Elgin y custodiados en el Museo Británico. Pedimos disculpas por el retraso. Los mármoles del Partenón son tan hermosos en Londres como en Atenas, pero deben volver a Grecia porque no cuadran con un cielo más pequeño. Gracias”. Aplausos. Lágrimas. Isabel II, emocionada, abandona el estadio olímpico del brazo de Sean Connery. Los “Rolling Stones” interpretan una versión rockera del himno griego.
No fue así. Isabel II no apareció por el estadio olímpico. Sean Connery, tampoco. Ni James Bond. Ni los “Rolling Stones”. El Reino Unido de
2 comentarios:
¿Y no es un poco raro que en una ceremonia del deporte la principal homenajeada sea la música británica? Seré rara, pero me pareció una gala publicitaria del Reino Unido y bastante insulsa. Eso sí, el decorado del principio era una pasada.
thank you
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