Salen al exterior siete mineros de su encierro en las minas
asturianas. Se encuentran con que lo que para ellos fue una larga noche negra
de humedad y silencio, para nosotros fueron 50 días y 50 noches de penumbra
gris y lamento. Casi dos meses sin sol, viento, familia ni televisión, y al
emerger encuentran las cosas peor de como las dejaron. ¿Cómo recuperar este
tiempo? ¿Cómo entender el mundo al que retornan? ¿Cómo aceptar las últimas
medidas que ha tomado el Gobierno? Una hora y media de televisión y arreglado.
Mariano Rajoy
debería invitarlos a una edición especial de “Tengo una pregunta para usted”. 90
minutos en los que ellos preguntarían todo lo que les preocupa y él contestaría
que las cosas son como son y no pueden ser de otra manera: a los mineros hay
que quitarles tantos millones, no se puede hacer otra cosa; a los españoles hay
que subirles tanto el IVA, no hay alternativa; a los funcionarios hay que
recortarles todo esto a sus ya recortados y ultracongelados sueldos, es
inevitable. No se puede quitar, subir ni quitar más ni menos. Tiene que ser
justo eso. No se pongan así, caramba, es que no queda otra.
Por eso, Rajoy aceptará gustoso hacer este programa tal y
como reclaman ya miles de ciudadanos desde una plataforma en la web. Para él será
fácil hacer entender a los mineros y a todos nosotros lo que apunta en el
Parlamento: que lo que hace en economía y política no es una opción entre otras
porque es una ley de la naturaleza inalterable que debemos aceptar. Los cuerpos
caen así y las minas se cierran así. Es así, y punto. Qué más quisiera él que
los burros volaran y las minas no se cerraran, pero qué le vamos a hacer si las
cosas son como son y él no puede hacer nada al respecto. Y así todo: los
planetas giran y los sueldos bajan, al aluminio es anfótero y el IVA sube, la
velocidad de la luz en una constante del universo y se recortan prestaciones a
los parados. No hay más que hablar.
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