He aquí un problema. Existe la palabra “boicot”, pero no
existe, que yo sepa, una palabra que signifique lo contrario. Es un fastidio,
porque quiero proponerles que hagamos lo contrario a un boicot, pero no sé cómo
decirlo. En el s. XIX vivió el capitán Charles
Cunningham Boycott, quien dio lugar a la palabra “boicot” porque sufrió esa
medida de presión para que cediera en una negociación. Pero no tengo noticia de
ningún capitán que disfrutara de una medida de apoyo opuesta al boicot para que
venciera en ninguna negociación. Así que el antónimo de “boicot” no existe. Y
llamarlo “desboicot” queda horrible.
Lo que quiero es hacer lo contrario a lo que propone la
asociación norteamericana “One Million Moms”, defensora de "los valores e intereses de las madres y de las familias”. Ella
quiere boicotear la serie de la NBC “The New Normal”, aún sin estrenar, porque “somete a las familias a la decadencia de la
moral, los valores y la santidad del matrimonio en un intento de redefinir el
matrimonio. Estas cosas son dañinas para nuestra sociedad y esta serie provoca
daño a nuestra cultura”. Tanta alarma se debe a que en la serie una pareja
gay recurre a un vientre de alquiler para formar una familia.
La cosa no pasaría de ahí si no fuera por la respuesta de su
productor Ryan Murphy (“American
Horror Story”, “Glee”): “Si vieran la
serie, les gustaría”. Ostras, esto lo cambia todo. Si realmente la serie
consiguiera eso, deberíamos lograr que todo el mundo la viese porque, sin duda,
haría que viviésemos en un mundo más tolerante, más abierto y mejor. Así que
vamos allá: en defensa de los valores e intereses de las madres, las familias y
la especie humana, antiboicoteemos (o como se diga) “The New Normal”, ya que
brinda a las familias la mejora de la moral, los valores y la humanidad del
matrimonio en un intento de democratizarlo. Estas cosas son beneficiosas para
nuestra sociedad y esta serie provoca mejoras a nuestra cultura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario