“Mujeres y hombres y viceversa” es un programazo. Nadie lo puede dudar. En español el sufijo “-azo” se utiliza para formar el aumentativo de muchos sustantivos, -“cochazo”, “perrazo”, “discazo”-, pero su significado también indica en ocasiones un golpe dado con el objeto que está en la raíz de la palabra. Un cabezazo no es una cabeza grande sino un golpe dado con la cabeza. Un almohadillazo no es una almohada muy grande sino un golpe dado con una almohada. Incluso en Méxijo se permite utilizar el sufijo “-azo” para referirse a un golpe sufrido por la base de la palabra, y así un accidente de avión es llamado “avionazo” en el país centroamericano, -la de cosas que se aprenden escuchando a Álex Grijelmo en Radio Nacional de España-. Repito la frase con la que comenzaba esta columna: “Mujeres y hombres y viceversa” es un programazo.
Y este programazo acaba de cumplir mil emisiones. Mil programazos. Pero no mil grandes programas, sino mil golpes propinados con el dating show sobre España. Mil días en los que Telecinco ha cogido hora y media de programación y ha pegado con ella en la cabeza a todos los ciudadanos de este país. Pretendemos vivir en una sociedad en donde las relaciones humanas no se cimienten en la mala educación, la decortización cerebral, las prótesis mamarias, la apología de la idiocia, el departamento de peluquería, el egocentrismo más narcisista, el dimorfismo sexual extremo, la pobreza léxica, la utilización instrumental de las demás personas, la objetualización del cuerpo, la siliconización de la intimidad y el uso de “golfa” como muletilla; y cinco veces por semana llega Telecinco y pega un programazo sobre esas intenciones. Un pipiestradazo. Un miriamsanchazo. Un emmagarciazo.
Seguirán haciendo programazos. Mil más. Hasta conseguir vencernos por desesperación o por vejez. Vean hoy “Mujeres y hombres y viceversa” por la mañana y el Croacia-España por la tarde. A ver si la Roja repite un partidazo como el que hizo el otro día contra Irlanda.
Articulazo
ResponderEliminarEl hijo de Fer