En “Game Change” (Canal +), la
película que disecciona el ascenso y caída de la gobernadora de Alaska y candidata
a la vicepresidencia en las elecciones estadounidenses de 2008, Julianne Moore se parece tanto a Sarah Palin que no queda más remedio
que ver la película al menos tres veces: la primera, para maravillarnos ante la
transformación de Julianne Moore en Sarah Palin y de Ed Harris en el senador John
McCain; la segunda, para entender parte de los engranajes de una campaña
electoral en una democracia tan televisiva como la estadounidense; y la
tercera, para regocijarnos en el fascinante juego de espejos que propone “Game
Change”.
La
transformación de Moore en Palin está a la altura de la mutación de Meryl Streep en Margaret Thatcher en la película “La dama de hierro”. Vale. Los
engranajes de la democracia no siempre están engrasados con el imperativo
categórico de Kant. Vale. Pero, ¿qué
me dicen del momento en que Julianne Moore transformada en Sarah Palin ve en el
televisor de su hotel un programa de “Saturday Night Live” en el que la
humorista Tina Fey transformada a su
vez en Sarah Palin hace bromas inspiradas en la auténtica Sarah Palin? ¿Se han
perdido? Pues entonces piensen en la Sarah
Palin de carne y hueso, que dice que “Game Change” no es más
que un montón de mentiras de Hollywood, viendo en su televisor cómo Julianne
Moore transformada en Sarah Palin pone cara de no entender nada cuando ve en el
televisor del hotel cómo la humorista Tina Fey ridiculiza a la gobernadora de
Alaska en “Saturday Night Live”. Y ahora piensen si en verdad “Game Change” es
una película producida por Tom Hanks que pretende ridiculizar a Sarah Palin y,
con ella, al Partido Republicano con intención de favorecer la reelección de
Barack Obama como presidente de los Estados Unidos de América o si, más bien,
“Game Change” es una mirada a las tripas de la democracia realmente existente y
al descomunal abismo que separa la maquinaria política de la ciudadanía. Por
último, intenten descubrir si la auténtica Sarah Palin es Sarah Palin, o
Julianne Moore transformada en Sarah Palin, o Tina Fey ridiculizando a Sarah
Palin, o la mujer que los asesores de McCain creían que era Sarah Palin, o la
gobernadora de Alaska que veía Rusia desde su casa, o la futura primera
presidenta de los Estados Unidos. ¿Esperanza
Aguirre? ¿Quién ha hablado de Esperanza Aguirre?
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