Belén Esteban enseña las tetas en la portada del Interviú en defensa de los niños del cuerno de África que pasan hambre. “Estoy para lo que necesiten", dice en la entrevista. Belén Esteban enseña las tetas en la portada del Interviú en defensa de las familias desahuciadas por los bancos. “Estoy para lo que necesiten", dice en la entrevista. Belén Esteban enseña las tetas en la portada del Interviú en defensa de la restauración y limpieza de las vidrieras de las catedrales góticas afectadas por la polución ambiental. “Estoy para lo que necesiten", dice en la entrevista. Belén Esteban enseña las tetas en la portada del Interviú en defensa de los delfines que mueren inocentemente en la pesca del atún, de las foquitas que sucumben a garrotazos para ser desolladas y hacer abrigos con sus blancas pieles, de los ositos panda a los que les duele la tripita porque unos desalmados traficantes de marfil han rociado el bambú con pesticidas organoclorados, y de las mamás koalas que se resbalan al trepar a los eucaliptos cuando van a comer para poder alimentar a los dulces koalititos de mirada triste que van abrazaditos a sus tiernas espaldas con sus manitas diminutas y sus bracitos rechonchos. “Estoy para lo que necesiten", dice en la entrevista.
Estas pueden ser, si una avalancha de jamelgas concursantes de “Gran hermano” en cueros no lo remedia, las próximas portadas que realizará la Esteban colocándose al frente de cualquier iniciativa (como acaba de hacer con el Día del Orgullo Gay) con tal de conseguir protagonismo mediático y mantener en movimiento el perpetuum mobile en que se ha convertido esa vacía vida con la que da de comer a Andreíta, Jorge Javier Vázquez, Telecinco y la mitad de Mediaset. Colectivos de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales se han desvinculado de esta iniciativa tan oportunista y tan vil. Menos mal. Corrían el peligro de estropear su fiesta y acabar celebrando el Día del Bochorno Gay.