El capítulo “En el que Ross se drogó” de “Friends”, Rachel prepara una tarta mezclando sin
darse cuenta dos recetas diferentes: “Tiene
un montón de capas. Primero hay una capa de lenguas de gato, luego una capa de
mermelada, una de crema -que he hecho yo misma-, luego frambuesas, más lenguas
de gato, ternera salteada con guisantes y cebolla, más crema, algunos plátanos
y ¡sólo falta la nata batida!”. A nadie le gusta (“¡Sabe a pies!”, dice Ross),
pero a Joey sí: “¿Cómo no iba a gustarme? La nata me gusta, la mermelada me gusta, la
carne… ¡me encanta!”.
La 1 estrenó “Conectando España” el martes por la noche. La
capa que tiene de documental me gusta, la capa de programa de viajes me gusta,
la de ambiente rural me gusta y la de “Vivir cada día” de andar por casa que lo
recubre todo también me gusta. Incluso me zampo con agrado esa capa de
vertebración del territorio (sea eso lo que sea) y con disciplina la de ahorro
que lleva a TVE a estrenar solo programas baratitos. Vale, pero, ¿alguien puede
explicarme qué pinta en esta receta la capa que le plantaron en medio de nuevas
tecnologías de la información y la comunicación?
Se pueden hacer muchos y muy buenos programas recorriendo
España. “Conectando España” es un ejemplo. A esos programas se les puede añadir
una exquisita capa (que sirva de pretexto en el recorrido) de gastronomía, fiestas,
oficios, fauna, arquitectura, tradiciones, pueblos, comarcas o ríos. Vale casi
cualquier cosa, pero no todo vale. El recorrido que hicimos anteayer primero
por Feria (Badajoz) y después por Los
Tojos (Cantabria) fue tan bueno como otros muchos recorridos que ya hicimos por
España y otros muchos que haremos. Pero sobraba esa insistencia en contarnos
que tienen conexión a Internet. Le confería un horrible sabor a pies. La
innovación no siempre funciona. Las nuevas tecnologías forman parte de
otra receta que no tiene nada que ver con esta.
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