Me lie. Me lie, no tengo excusa. Será la edad o que ando con una empanada cojonuda. No sé cómo pude meter la pata así. Nunca en mi vida hice tanto el ridículo. Yo... yo llevaba toda la semana oyendo hablar en todas partes de lo de la pitada al himno. Que si hay derecho. Que si es una ofensa. Que si en otros países... espera... claro, fue por lo de que en otros países... Porque también me pasé toda la semana con lo de Eurovisión. Que a lo mejor también fue por pasarme toda la semana con lo de Eurovisión. Que eso apijota y neurodegenera a cualquiera. Con las semifinales. Claro, las semifinales de Eurovisión y las semifinales de la Copa del Rey. Que si Rusia presenta a unas abuelas que cocinan unas magdalenas. Que si Suecia es la gran favorita. Que si le han dicho a Pastora Soler que cante mal para no ganar y no tener el gasto de organizar el festival del año que viene pero al final era una broma. Fútbol y Eurovisión. Vascos y catalanes independentistas y homófobos musulmanes azerbayanos... no son tan diferentes. El caso es que cuando salió Esperanza Aguirre en las noticias diciendo que habría que suspender el evento en caso de que se produjera una pitada contra el himno a mí se me fundieron los plomos de la corteza cerebral y vi el cielo abierto: saqué un billete en el primer avión que salía hacia Bakú dispuesto a unirme a todos los euroescépticos que sin duda abarrotarían el Baku Crystal Hall y acompañarles en la pitada que iban a hacer al himno de Europa, -ya saben, lo del ario Beethoven, chan chan chanchanchan chan chaaaaaan chanchán-. ¿No era Esperanza Aguirre la presidenta de Azerbaiyán? Si pitábamos fuerte seguro que suspendían Eurovisión y nos librábamos de las tres horas kitch-rancio-hortera-choni-casposas más horripilantes del año.
No tengo excusa. Me lie, me obcequé. Mezclé las dos cosas, no lo entiendo. Ni me dejaron entrar al Crystal Hall. Yo allí pitando solo... La policía de Bakú... joder, y luego nos quejamos de la de España. ¿Algún lector sabe azerbaiyanesio? No consigo explicar lo que pasó al comisario.
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