Este año, en vez de dedicar el 23 de abril a celebrar el día
del libro sin más (ni menos), lo dedicaremos a celebrar el día del e-libro, e-book,
eBook, eLibro, libro electrónico, libro digital, ciberlibro o ecolibro. Y si
piensa que son demasiados nombres, empiece por poner orden en Wikipedia y luego
hablamos.
Aquí nos gusta pensar que la tele y el libro no tienen por
qué ser enemigos. Que si nos convertimos en traperos del tiempo como hacía Gregorio Marañón, podemos aprovechar
los recortes de las pausas publicitarias para leer un poco más de lo que lo
hacemos. Esta vez proponemos la misma simbiosis entre artefactos, entre la tele
y el libro, pero sustituyendo el formato en papel por el electrónico.
¿Conocen la distinción entre “nativos digitales” e
“inmigrantes digitales”? La recogió Toni
Garrido en “La nube”, un nuevo espacio sobre tecnologías de la información
y la comunicación en las noches de La 2 que hay que ver si no queremos que la
realidad nos saque demasiada ventaja y quedemos convertidos en “extranjeros
digitales”. Entre otras cosas, hizo una entrevista a Maruja Torres que consistió en pedirle que mostrara qué contenidos
llevaba en su lector electrónico. Ella desaprovechó la ocasión de actualizar la
vieja anécdota de Paco Umbral y
decir “yo he venido aquí a hablar de mi e-libro”, pero en su lugar nos regaló
una perla: “Me encanta decir ‘voy a encender el libro’… sin que sea Fahrenheit
451”.
Pues, hala, si son tan digitales que no quieren poner junto
a su mando a distancia un viejo libro de papel para ocupar las pausas
publicitarias, pongan su ordenador portátil, PDA, tablet, iPhone, iPod, smartphone,
agenda electrónica, pocket PC, tableta, kindle, cybook, dispositivo de lectura,
eReader, blackberry, o, por decirlo pronto y mal, chisme digital o “e-Parato”. Y,
por san Jorge, cuando anuncien todas esas cosas que si las compramos nos riñen
diciendo que vivimos por encima de nuestras posibilidades, encienda un libro.
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