A las personas listas se les nota que saben hasta cuando dicen cosas sencillas, cosas que parece que se nos podían haber ocurrido a cualquiera de nosotros. Un ejemplo: prueben ustedes a decir: “¿Dónde está todo el mundo?”. ¿Verdad que ahora no se sienten más listos e inteligentes? No, claro, pero es porque ustedes no son Enrico Fermi. Cuando, en medio de una comida, el gran físico Fermi soltó a sus colegas del laboratorio de Los Álamos “¿dónde está todo el mundo?”, los dejó desconcertados. Corría el año 1950 y Fermi les preguntaba por qué aún no habíamos recibido ninguna señal de vida procedente de una galaxia tan grande como la nuestra. La paradoja de Fermi fue abordada por muchos sabios y sigue viva 62 años después.
Ahora me toca probar a mí. Después de años de telerrealidad la cantidad de famosos de usar y tirar es tan grande como nuestra galaxia. Muy rara vez llega a nosotros una señal de alguno de ellos lamentándose de lo mal que le fueron después las cosas, de lo dura que resultó ser la vida, de lo que cuesta sobrevivir tras la efímera fama televisiva. Si Fermi preguntaba por los extraterrestres, aquí preguntamos por los “juguetes rotos”: ¿Dónde está todo el mundo? Hace unas semanas visitó “Qué tiempo tan feliz” (tardes del fin de semana, en Telecinco) una concursante del primer “Gran hermano”. Contó que perdió su casa, está arruinada y sin trabajo. Coño, pues si después de más de una década de telerrealidad, hermanos, triunfos, supervivientes, tronistas y demás ganadería extensiva, solo hay una persona en paro, va a resultar que trepar por el lado oscuro de la televisión tiene un porcentaje de éxito superior a ningún otro perfil laboral. ¡Y encima esos pocos quieren que nos apiademos de ellos! ¿Dónde está todo el mundo? No llego a la suela de los zapatos de Fermi, pero ahí va una respuesta: ¡Viviendo sin problemas en un país con cinco millones de parados!
1 comentario:
Sí, esa concursante estará en paro, pero seguro que con esa visita a Telecinco habrá ganado suficiente para vivir comodamente durante un buen tiempo, y sólo por haber sido famosa hace más de diez años.
Mientras tanto, los científicos necesitan de muchos años de carrera para "acumular" la riqueza que estos personajes consiguen con un par de programas.
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