Empecemos por una distinción básica: en Nochevieja hay programas de televisión pensados para ser mirados y otros pensados para ser vistos. El especial que José Mota realiza cada año para la televisión pública es un ejemplo perfecto de programa pensado para ser mirado en primer plano; el greatest hits de momentos curiosos de Antena 3 es un ejemplo perfecto de programa pensado para ser visto de fondo. Segunda distinción básica: en Nochevieja hay programas de televisión pensados para ser comentados al día siguiente y otros pensados para no ser comentados ni siquiera durante su emisión. El especial que José Mota realiza cada año para la televisión pública es un ejemplo perfecto de programa pensado para perdurar; la película que emitió laSexta antes de las uvas, -¿cuál era? ya no me acuerdo-, es un ejemplo perfecto de programa del cual absolutamente nadie habló ni antes ni durante ni mucho menos después de su presencia en la pantalla. Y con la tercera distinción básica terminamos la introducción a este largo artículo: en Nochevieja hay programas de televisión destinados a un público más amplio que el habitual de la cadena y otros destinados a los incondicionales del canal. El especial que José Mota realiza cada año para la televisión pública es un ejemplo perfecto de programa que es visto por espectadores no necesariamente fieles a TVE; la gala con la que Telecinco despidió 365 días de programación que nunca debieron haber existido sólo puede ser soportado por la ciudadanía ya habituada a ese mejunge de caspa y vellosidades intestinales que la cadena de Fuencarral llama "televisión". Y ahora, con la fortaleza que supone estar armado de distinciones hasta los dientes, podemos abordar la tarea de analizar lo que cada canal nos ofreció el 31 de diciembre:
- TVE: El especial de José Mota es el gran programa de Nochevieja de la televisión española. Punto. No creo que nadie pueda ponerlo en duda y, sinceramente, no parece que a las demás cadenas les importe un pito que sea así. Aunque la entrega de anteayer fue probablemente la más floja de los últimos años, excesivamente apoyada en imitaciones que ya conocíamos y en canciones pelín chuscas, volvió a ser el único espacio que no huele a relleno, hasta el punto de convertirse en el referente contra el que se comparan el resto de cadenas e incluso la muy bajonera gala igartiburuana con la que TVE dio paso a las campanadas, -¿por qué, por qué, Señor, no se programó primero a Igartiburu y después a Mota? ¿no era obvio?-.
- Antena 3: "A mala hostia, todo vuela", decían Faemino y Cansado. Si se lo propone incluso Tele Mota del Marqués puede encontrar cincuenta momentos simpáticos ocurridos durante el año con los que componer dos horas de televisión de fondo. Así que imaginaros lo que podrá hacer Antena 3. Hace cuarenta años estos pachtworks de fragmentos se usaban como relleno cuando había desajustes en la programación y de pronto había que emitir algo. Ahora son el programa estrella de la noche más importante del año. Pongamos que para el año que viene se lo curran un poco más.
- Cuatro: esta cadena se sostiene sobre dos patas: teledocumentales de telerrealidad de exteriores y concursos de interiores de serie B. Su programación nocheviejera se sostuvo sobre dos patas: un teledocumental de telerrealidad de exteriores y un concurso de interiores de serie B. A los primates nos fue bien cuando nos erguimos sobre dos patas para salir a la sabana. No está tan claro que un canal recién absorbido por el desierto pueda mantener tan bien también ese equilibrio.
- Telecinco: ¡feliz 1982! Joaquín Prats jr. y Paz Padilla. Isabel Pantoha. Gags con falso público construido con material descartado por Marianico el Corto. Escenas de patrimonio. ¿Hay que explicar algo más? Ah, sí, cuáles son los derechos sindicales y cómo es el convenio colectivo de los guionistas de los diálogos entre Prats y Padilla, así como los efectos neurodegenerativos de retroceder treinta años en el tiempo durante una cena en la que suele abusarse del alcohol.
- LaSexta: laSexta emitió una peli, ¿no?
1 comentario:
En los últimos años apenas veo el programa de José Mota en su emisión regular, pero sus especiales de fin de año nunca me los pierdo; parece que la inspiración le llega cuando se acerca la navidad, o que reserva las mejores ideas que se le ocurren para este programa. Por supuesto algunos momentos pudieron ser bastante mejores, pero en general me pareció que estuvo muy acertado.
PD: "Nos sermonea, vaya si nos sermonea."
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