Mira tú qué bien. Va Mercedes Milá y encarga a los concursantes de “El comecocos” (tardes de Cuatro) que improvisen un discurso denunciando cómo hay negocios fraudulentos que aprovechan programas de televisión con mucha audiencia para lanzar sus productos tramposos al mercado. Como hizo en su día Power Balance en “Gran hermano”, por ejemplo. O, si no, va Milá y dedica un “Diario de” (antes en Telecinco, ahora en Cuatro) a denunciar un nuevo timo que atenaza nuestra sociedad: el sangrante fraude de las pulseras amuleto, que para aumentar sus ventas pagó a famosos para que las exhibieran y se aprovechó de los que eran tan incautos que se las ponían por sí mismos (por cierto, ¿aclarará en cuál de los dos grupos cayó Mercedes Milá?).
Anda que no molaría. Va Pablo Motos y dedica unos minutos de “El hormiguero” (noches de Cuatro) a hacer una broma de las suyas con las Power Balance. Igual que en su día las promocionó dejándose ver con una pulserita de estas, ahora podía hacer que un invitado cantara una canción a la gilipollez que supone usarlas mientras él toca la guitarra. O podía poner a Marron a hacer una prueba loca con y sin pulsera para demostrar que en cualquiera de los dos casos se va a matar. O se la hace comer al Hombre de negro a ver si levita. Qué se yo, algo.
Pues, ya puestos, podría ser que Íker Jiménez investigara en “Cuarto milenio” (noche del domingo, en Cuatro) el milagroso caso de la prodigiosa empresa que se hizo de oro vendiendo pulseras milagro envueltas en publicidad fraudulenta, y, ¡oh, nave del misterio misterioso!, ahora está en quiebra arruinada porque se le acumulan las denuncias, las demandas, las sentencias judiciales, las multas y las indemnizaciones millonarias por todo el mundo. Además, a Jiménez le saldría muy bien analizar este desconcertante, extraño y abracadabrante asunto si lo abordara luciendo su famoso ajuar de Power Balance que le garantiza que bla, bla, bla. Permanecemos atentos a nuestras pantallas.
Aceptemos por un momento como válida la teoría de los múltiples universos paralelos: yo creo que ni aún así se producirían los hechos que se imaginan en este texto, especialmente el del último párrafo.
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