Si por un extraño maleficio mi televisor sólo funcionara treinta segundos al día y tuviera que elegir qué medio minuto contemplar de los miles de horas de programación que cada jornada nos ofrecen las decenas y decenas de cadenas, gratuitas y de pago, temáticas y generalistas, escogería sin duda el fugacísimo monento en el que Trancas y Barrancas sueltan en off frases sobre el Hombre de Negro, ese durísimo asesor en la sombra que se encarga de que todas las experiencias científicas de “El hormiguero” no concluyan con la explosión nuclear del plató.
“El Hombre de Negro se afeita las muelas”, “El Hombre de Negro tiene una almohada de mármol”, “El Hombre de Negro fue a Irak a jugar al buscaminas”, “El Hombre de Negro da portazos con puertas giratorias”, “El Hombre de Negro quema hormigas con una lupa de noche”, “El Hombre de Negro no cambia de marcha cuando conduce”, “El Hombre de Negro puede escribir mensajes de más de 140 caracteres en Twitter”, “Al Hombre de Negro el Bic Naranja le escribe normal”, “El Hombre de Negro cobra en los peajes”, “El Hombre de Negro puede dividir entre cero”, “El Hombre de Negro le metió el dedo en el ojo a Mourinho”, “El Hombre de Negro al nacer le devolvió la bofetada al médico”, "El Hombre de Negro cuando juega al Monopoly compra la cárcel", "El Hombre de Negro no se pone la correa en el mando de la Wii", “Cuando el Hombre de Negro aspira helio le sale la voz de Darth Vader”, “El coco se va a dormir porque le tiene miedo al Hombre de Negro”, “El Hombre de Negro se descarga todas las películas que quiere en casa de Ramoncín”.
Y así indefinidamente. Quién podía imaginar hace años que Chuck Norris pasaría a la historia como un mero antecesor del Hombre de Negro. Ahora bien, aunque el Hombre de Negro se ha operado de fimosis a sí mismo con un cuchillo jamonero y corre los encierros de San Fermín en dirección contraria, cabe preguntarse si sería capaz de la hazaña suprema, definitiva. El Hombre de Negro juega a la ruleta rusa con un arma completamente cargada y no le pasa nada, vale, pero ¿podría conseguir que Pablo Motos fuera un poco, sólo un poquitín, menos cargante, ein?
Si no fuera porque un programa de "El Hombre de Negro" podría tener un resultado parecido al "Programa de Berto". En mi casa siempre hemos sido muy de tenerle tirria a Pablo Motos de todas formas.
ResponderEliminarPD: El hombre de negro no rompe los recibos del banco y nunca le han robado la cuenta corrienteeeeeeeee.
El hombre de negro bebe la sidra sin escanciaaaar.
ResponderEliminarLa primera impresion que me dio al leer el articulo es que se habian inspirado descaradamente en el programa Top Gear, cuando los presentadores introducen al probador de coches The Stig.
ResponderEliminarCoincido con Aldebaran, le tengo tirria al presentador ese.