La clave de la novedad reside en combinar elementos antiguos de formas nunca vistas antes. Nada hay nuevo más que lo viejo presentado de un modo diferente. Por ejemplo, Rubalcaba actuando como candidato del PSOE para las próximas elecciones generales es algo viejuno, ofrecido en un formato viejuno, dentro de un contexto viejuno, y destinado a cosechar el resultado con el que una sociedad que adora la juventud castiga todo lo viejuno. José Luis Moreno sacando al cuervo Rockefeller de una caja y haciéndole decir ”toma, Moreno”, -o “toma, Risto”, que viene a ser lo mismo-, mientras bate las caderas, es una imagen antigua presentada de una forma antigua en unas circunstancias antiguas. Rubalcaba y Rockefeller son la prehistoria de los años 80, pero bastaría con recombinarlos de un modo alternativo para saltar cuarenta, cincuenta años, y crear la televisión y la política del futuro.
Si en “Tú sí que vales” Moreno sentara en sus rodillas a Rubalcaba, le metiera el brazo por el culo y le empezara a zarandear mientras ponía en su boca afilados juicios sobre el cantante, el equilibrista o el cuadro flamencochirigotero que acababa de actuar, el programa de Telecinco doblaría la audiencia de la final de la copa del mundo de fútbol de Sudáfrica, -cinco “de” seguidos-, y me tendría a sus pies escribiendo las columnas más elogiosas de la vergonzosa historia de la crítica televisiva. Si el PSOE decidiera renovarse de verdad y presentase como candidato a la presidencia del gobierno de España al muñeco Rockefeller, para que éste le soltase en campaña a Rajoy cuatro verdades cazalleras sobre la miserable actitud que el PP ha tomado sobre cualquier cosa que fuera importante en nuestro país durante los últimos años, a lo mejor hasta me replanteaba mi replanteado voto. Metan a Rockefeller en política y pongan a Rubalcaba de muñeco de ventrílocuo en Telecinco y todo lo rancio se mudará en vanguardia inmediatamente. Y eso sin aumentar ni una milésima el absurdo personal de ambos personajes.
No escribo todos los días porque no aportaría nada nuevo aplaudirte todos los días, sería algo viejuno en un contexto viejuno... etcétera.
ResponderEliminarPero es que hoy lo tengo que hacer aunque no se me ocurra nada mejor. Ha sido impresionante :-)